Los miembros del Equipo de Pastoral Social de la Diócesis de San Carlos de Bariloche queremos expresar nuestra preocupación ante el conflicto que hoy se vive en Villa Mascardi, ya que se ha dejado de lado el diálogo entre todos los actores sociales, permitiendo que expresiones abusivas y discriminatorias impidan que la serenidad y la objetividad guíen hacia un camino de acuerdos y soluciones concretas.

Vemos hoy un gran despliegue de fuerzas de seguridad en forma conjunta en esa zona, bajo las órdenes del gobierno federal; esperamos que los jueces intervinientes actúen basados en la justicia y la sabiduría, sin dejarse llevar por las presiones de quienes dicen buscar la paz y el orden, pero tergiversan los hechos para imponer sus intereses personales antes que el bien común.

Repudiamos cualquier agresión física, verbal o visual hacia las comunidades del pueblo mapuche, violencia que hoy está incentivada por sectores de nuestra sociedad que han manifestado un fuerte desprecio hacia esta cultura originaria y a su gente, desconociendo o tergiversando en muchos casos los crueles procesos históricos que han vivido como víctimas de este desprecio.

Muchas de estas comunidades están reclamando el derecho a recuperar el territorio que ocupaban sus mayores, y para esto se aprobó la Ley Nacional 26.160, que obliga a los gobernantes a llevar a cabo el estudio de cada caso, la mensura del espacio correspondiente y el otorgamiento de los títulos como tierra comunitaria.  Lamentablemente, a veces por intereses inmobiliarios o extractivistas, este proceso nunca se cumplió en nuestra provincia; la norma se fue postergando y hoy estamos ante dolorosas situaciones conflictivas que se podrían haber evitado.

Invocamos la intercesión de San Francisco de Asís, en el día de su celebración, ya que él supo ser un instrumento de paz verdadera, la que se basa en la justicia que pone su atención entre los más pobres y excluidos.