La hija de Ricardo busca marcar su propio camino y para ello tiene en mente una serie de proyectos que pronto saldrán a la luz. Expectativa y ansiedad por la joven Martita.

Desde ya un tiempo que Martita Fort, la hija del recordado Ricardo Fort, habló del significado y peso que conlleva su apellido. En reiteradas ocasiones habló de la problemática y carga que tiene ese legado, por lo que genera ser una Fort y todo lo que produce en su entorno.

Lejos de la visión de algunos que entiendan que esto es una ventaja desde la parte económica y la herencia de su padre que falleció en 2013, Martita sabe que tiene que ser cuidadosa con las personas que se le acercan y eso es un peso “hasta el punto de generarme inseguridades y pensar si la gente que se me acerca es por mí o porque soy Fort”, según contó alguna vez.

Pero lejos de ese ruido, la hermana de Felipe Fort tiene todo lo necesario para ser una estrella y espera el día en poder dejar de lado esa asociación a su apellido. Actualmente está estudiando canto y actuación, soñando con ser una reconocida artista que pueda brillar por sí sola, sin necesidad de cargar con fama ajena.

Más allá de poder gozar hoy de la millonaria herencia que les dejó Ricardo, también tiene lugar como accionista de FelFort, la mayor fábrica de chocolates del país. Además, tanto ella como su hermano mellizo decidieron alejarse de los flashes y se mudaron juntos a Miami, donde poseen propiedades y residen la mayor parte del año.

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Ya habiendo alcanzado la mayoría de edad, Martita decidió emprender nuevos horizontes en su vida y se prepara para afrontar nuevos proyectos, ambiciosos y con el objetivo de marcar tendencia por sí sola. Por tal motivo no está en sus planes hacerse cargo al 100% de la empresa familiar, sino que apunta a sacar su propia marca de indumentaria.

Junto a su hermano Felipe, la joven Fort está ultimando detalles en el lanzamiento de su línea de ropa y su abogado los está ayudando a preparar las cuestiones legales. Esto sin dudas marcará un antes y un después para Martita, que espera con ansias el día de la presentación y así comenzar a fabricar su propio camino en la vida.

La hija de Ricardo asegura que lentamente se está despegando de la imagen de su padre, para que la gente la conozca más a ella como una persona individual. Lo mismo hace su hermano, que planea dedicarse a los bienes raíces. De hecho, cuentan que en Miami pueden llevar una vida muchísimo más relajada y menos crítica ante la situación actual de nuestro país.

Además de esto, Martita desea convertirse en cantante y actriz. Planea que en algún momento puedan conocer su música, aunque al parecer habrá que esperar un tiempo para que eso suceda porque recién está dando sus primeros pasos en ese rubro.

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