(Enviado especial) Desde este invierno, Bariloche y Salta están conectadas con un vuelo directo de Aerolíneas Argentinas. 

La ruta gestionada y lograda en conjunto por el Ministerio de Turismo de Salta y el Municipio de Bariloche ha tenido un gran éxito durante toda la temporada y continuará también con una frecuencia semanal, conectando la Patagonia con el Norte sin pasar por Buenos Aires.

La conexión aérea es un placer, ya que saliendo del aeropuerto barilochense en menos de dos horas y media se llega a la estación de Salta y pocos minutos después se arriba al centro de una ciudad magnífica y llena de diversas propuestas para pasear y relajarse.
Una de ellas es un paseo en bicicleta eléctrica, a la cual se puede acceder desde el propio casco céntrico de la ciudad, una vez que se dejan las valijas en el hotel.

Allí, con guía especializado y en grupos, se recorren las calles de la capital y se puede acceder a su red de ciclovías, que totaliza 97 kilómetros de vías seguras para los ciclistas. 

El impulso a la movilidad ciudadana está de moda en Salta y tiene como objetivo promocionar el uso de la bicicleta como medio de transporte económico, ecológico y saludable, ya que genera innumerables beneficios para la salud física y mental; además de contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero que impactan fuertemente en el cambio climático.

En ese marco, es posible subirse a una bici tradicional o eléctrica y disfrutar.

La eléctrica tiene un plus, ya que, si bien nunca hay que dejar de pedalear, ayuda al ciclista a cansarse menos y acceder por esa vía a diferentes puntos, como por ejemplo el cerro San Bernardo. 

Por lo tanto, una vez arribados a la capital de las empanadas, es posible subirse arriba de las dos ruedas y recorrer sus arterias coloniales, hasta tomar el acceso al San Bernardo en media hora. Desde allí, se puede ver la ciudad completa, con todo su atractivo. También se puede ascender y descender en góndola, en auto o caminando. 

Una vez allí el espectáculo es rico en paisajes y perspectivas. En la cima, la arquitectura armoniza con el paisaje y la abundante vegetación. Además, hay cascadas artificiales rodeadas de árboles y plantas que generan un páramo natural de frescura.

Las terrazas y balcones del complejo, construidas con las piedras del cerro, regalan maravillosas panorámicas. Desde esa altura es posible observar los caminos a Cafayate y a Campo Quijano, el estadio mundialista y las afueras de la ciudad, además de las cúpulas de las iglesias La Merced, San Francisco, San Alfonso, la Catedral Basílica de Salta y los edificios que la rodean. 

También se pueden comprar recuerdos de Salta en una completa y variada feria. Se venden: instrumentos musicales, adornos de cerámica, aguayos, ponchos salteños, vinos, masas dulces y demás artesanías regionales.

Como si esto fuera poco, en un espacio destacado, está localizado el restaurante top de la gastronomía norteña: El Baqueano, que ha estado entre los mejores de Latinoamérica y donde se destacan los sabores del NOA, con productos cien por ciento regionales.

El plan es magnífico: se sale al mediodía de Bariloche y a media tarde ya se puede disfrutar de un paseo saludable, una vista maravillosa y la mejor gastronomía del Norte argentino. Imperdible.