La cuenta regresiva para el comienzo del mundial de Qatar avanza y la “fiebre por las figuritas” trasciende generaciones y fronteras. Los kiosqueros no alcanzan a cubrir la demanda de los paquetes y el fervor por completar el álbum o por encontrar a la tan ansiada figurita de Messi deriva en que los vecinos implementen nuevas estrategias para encontrar el calco “difícil”. En este contexto, un kiosquero bolsonense implementó medidas para que todos los niños se vayan felices del local y precisó que “viene gente de Bariloche a comprarme figuritas”.

"La fiebre es total, a Panini lo fuimos acompañando todo el año, tenemos una continuidad y todas las semanas tenemos una entrega pero es imposible poder aguantar con lo que te mandan. Recibimos más de cien personas por día que solo vienen a pedir figuritas. Y no solo niños, vienen de todas las edades”, precisó Noel Guasco, del Kiosco El Gran Montañés, de El Bolsón.

El rumor de que en la vecina localidad comarcal hay un kiosco que tiene stock llegó a Bariloche y los coleccionistas no tardaron en tomar la Ruta 40 Sur para ir a comprar al Gran Montañés. “De Bariloche ha caído gente y también llegó gente de Esquel. Un día llegó una señora a las 8 de la mañana y pensé que venía a pagar una boleta pero me dijo que venía de Bariloche porque se enteró que teníamos paquetes. Yo le decía ‘Señora pero la ruta está llena de pozos’ y me dijo que su nieto la estaba volviendo loca”. La vecina volvió con sus cinco paquetes provenientes de El Bolsón, todo sea por completar el álbum. 

“Ahora vendemos cinco paquetes por cabeza para que todos puedan llegar a comprar”, precisó Noel.

Por otro lado, manifestó que sortearán un álbum de figuritas con 5 paquetes. E implementaron un punto fijo de intercambio de figuritas “para bajar la ansiedad de los niños. Pusimos como punto el deck del kiosco, todos los domingos durante dos horas. En vez de matarse buscando figuritas poder canjear las faltantes”.

“La fiebre traspasa lo que tiene que ver con el negocio, es una pasión, como dice Francella en el Secreto de sus Ojos” agregó.

Por último, confesó que está llenando un álbum “a la fuerza, cuando llegó el primer pedido me di cuenta que le vendía a muchos amiguitos de mi hijo. Mi pareja me recomendó que guarde uno porque si no quedaban más podría tener problemas, me guardé un álbum de casualidad. Hoy se convirtió en un ritual, es conectar con tu hijo y sentir que los dos van a la par para cumplir un objetivo” concluyó.