Este viernes se apagó en Buenos Aires la vida de Antranik Citcioglu, fundador y alma máter de las estaciones de servicio Chitchián, entre otras empresas que creó y llevó adelante, siempre con profundos valores humanos, buscando la excelencia y al servicio de la comunidad.

Antranik había nacido un 20 de diciembre de 1927 en Ordu, Turquía, y era un orgulloso armenio, activo defensor de la causa de su pueblo e impulsor del recuerdo permanente del genocidio armenio.

Hace pocos meses había sido bisabuelo, lo que lo llenó de felicidad. Compartió su fructífera vida con quien fuera su esposa, Lilia; tuvieron dos hijas: Silvia Mónica y Susana Beatriz.

En el ámbito empresarial nacional es muy recordada su industria textil, Chitex, innovadora y pionera en el país. En Bariloche, siempre apoyado en su sobrino Gabriel y secundados por un gran equipo, se estableció con una concesionaria de vehículos Fiat/Peugeot y con las estaciones de servicio YPF.

“Don Chitchian”, como muchos lo conocían, dejó una huella de trabajo y honestidad, haciendo honor a sus orígenes pero sintiéndose profundamente agradecido a la Argentina en general y a Bariloche en particular.