A través de un comunicado de prensa, la Comisión Directiva de la seccional local de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro manifestó textualmente “su preocupación en relación a las distintas situaciones de violencia social existentes y que repercuten directamente en los vínculos y en las instituciones educativas. Muchas veces las escuelas son catalogadas de violentas por los hechos sociales que las atraviesan. Muy por el contrario, las escuelas y jardines son los espacios de escucha, contención y donde se construyen vínculos saludables y otras alternativas de comunicación. Se propicia el encuentro, la comunicación y la construcción colectiva. Sin embargo, al estar inmersa en una sociedad con grandes complejidades, resulta caja de resonancia de las problemáticas sociales y son sus trabajadorxs quienes se comprometen para sostener todas las demandas.

El Ministerio de Educación de Río Negro tiene la obligación de atender, establecer políticas públicas que aborden de forma integral junto a las comunidades educativas y todos los estamentos del Estado que sean necesarios para que el abordaje sea en conjunto y no solamente para resolver emergentes. Es por esto que exigimos de forma urgente una propuesta que, de inmediato sea implementada para poder hacer frente a todas las necesidades que se plantean en el sistema educativo.

En este mismo sentido queremos expresar que, en relación al tratamiento de la información periodística también existe una responsabilidad social, legal y ética al momento de realizar expresiones públicas, cuando se refieren a las mismas, cuando hay temas que las involucran o al exponerlas lo único que se logra es estigmatizar, no solo a dichas instituciones, sino a toda la Comunidad Educativa.

Los periodistas y las organizaciones de medios de difusión deben esforzarse por mantener las más estrictas normas de ética al informar sobre asuntos que involucran a Instituciones Educativas que trabajan con la infancia y adolescencia, procurando normas de excelencia en términos de precisión y sensibilidad, evitando el uso de estereotipos y presentación sensacionalista para promover material periodístico que los involucre.

Desde nuestra organización hace años venimos trabajando en este sentido para promover cambios hacia mayores grados de inclusión e igualdad.

Como educadores tenemos la responsabilidad de hacer un llamado a la reflexión, para que se analice con cuidado el efecto y las posibles consecuencias del material que se publica, evitando el sensacionalismo, el amarillismo; como así también la información y opiniones en las redes y el profundo efecto que pueda causar en niños, niñas, niñes y adolescentes que concurren a las mismas; familias y trabajadorxs de la educación de dichas Instituciones. Y por sobre todo exhortamos al Ministerio de Educación que implemente medidas para propiciar cambios profundos como ser: espacios de tratamiento de estas temáticas en lugar de recortar jornadas institucionales, crear cargos necesarios, parejas pedagógicas y favorecer que los mismos sean cubiertos, fortalecer los equipos supervisivos y directivos y un fuerte trabajo territorial”.