Las hermanas crecieron con la música en sus venas y pisaron los primeros escenarios juntas, pero sus carreras las llevaron a diferentes caminos.

Soledad Pastorutti es una de las más grandes artistas del país. Comenzó su carrera cuando era tan solo una niña y a los 15 años ya estaba debutando en el festival de Cosquín, pero no lo hacía sola, sino junto a su hermana, Natalia Pastorutti, quien en aquel momento tenía 13 años.

Las famosas hermanas, a quienes se les insultó el amor por la música en su hogar, algo que las hizo convertirse en verdaderas figuras del folclore argentino, daban sus primeros pasos en los escenarios juntas, revoleaban el poncho y hasta protagonizaron una película, La edad del sol.

Sin embargo, en 2007 la vida de Natalia Pastorutti dio un verdadero giro, cuando se recibió de Licenciada en Derecho en la Universidad del Salvador y comenzó a repartir sus días entre sus dos pasiones. A su vez, lanzó su carrera como solista con su primer álbum, Me dejo andar, que al poco tiempo se llevó el Premio Clarín a mejor disco melódico y revelación.

A la par, La Sole alcanzaba el nivel más alto de popularidad y se convertía en una verdadera estrella. Pero en ningún momento las hermanas dejaron de compartir escenario en cada oportunidad que podían. Soledad Pastorutti invitaba a la menor de su familia a acompañarla en sus giras y pasaban hermosos momentos sobre las tablas.

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En aquel entonces, las dos comenzaban a formar sus respectivas familias. Natalia Pastorutti se casó con Andrés Manini en 2013 y a los tres años se convertía en mamá por primera vez con la llegada de Pascual. Esto la llevó a despedirse de la música por un tiempo para dedicarse de lleno a su bebé.

En 2019 llegaría Salvador para terminar de completar su hermosa familia. Durante todos esos años se dedicó a la familia, a la abogacía y también a la escribanía, su otra profesión. A su vez, logró formar su hogar en el mismo lugar en el que vive su hermana con su marido y sus dos hijas, y sus padres.

La increíble propiedad de Arequito, en Santa Fe, cuenta con un amplio terreno repleto de vegetación y animales en el que cada familia tiene su propia casa y comparten espacios comunes en los que almuerza o cenan acorde a la disponibilidad horaria y los compromisos laborales.

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Además, Natalia Pastorutti decidió volver recientemente a la música y lo hizo anunciándolo con unas palabras muy especiales: “Ahora tengo el deseo y la seguridad para largarme como solista. Hubo una época en la que no me sentía capacitada para hacerlo y tampoco tenía las ganas. De todos modos, aunque para mucha gente es difícil de comprender, cuando acompaño a Sole, me gusta estar en ese lugar”.