Hoy, Horacio y María Laura García Belsunce, hermanos de María Marta, dieron su testimonio en el juicio por el crimen del country Carmel, que lleva casi 20 años impune. Fueron los primeros familiares en declarar.

Primero fue convocado Horacio. Ante los magistrados del Tribunal Criminal Oral N°4 de San Isidro, apuntó contra Nicolás Pachelo, el principal acusado, que estaba presente en la sala. Explicó los hechos que le hicieron sospechar de él e incluso aseguró que el abogado del hombre le dijo que su cliente era capaz de haberle bajado el cargador a la víctima.

Además, cuestionó duramente el trabajo de Diego Molina Pico, fiscal original de la causa. Lo señaló cómo “el principal encubridor del asesinato”.

Luego, llegó el turno de María Laura, quien es querellante en el caso. Antes de sentarse a declarar, la fiscalía pidió que retiraran a Pachelo de la sala, ya que la mujer le tiene “pánico”.

María Laura recordó el momento en que se acusaba a su familia por el crimen y afirmó que le “pareció un horror. Los investigadores estaban todos locos”. Asimismo, acusó a Molina Pico de “gran encubridor”.

También se dirigió a Pachelo. Antes de comenzar, hizo una pausa y dijo: “No lo puedo ni nombrar”. Luego tomó aire y continuó: “María Marta le tenía miedo a Pachelo”.

En esa línea, explicó que ella misma sufrió amenazas del acusado en dos ocasiones. Una fue sobre la avenida Callao, cuando él la encaró y le dijo que los iba a matar si no dejaban de hablar de él.

La otra fue en el patio de comidas del Paseo Alcorta. “Estaba con mi marido en una mesa, (Pachelo) se nos acercó y nos tiró un plato de comida. Me dijo ‘Esto es para que se lo manden a Carlitos (Carrascosa, que en ese momento estaba preso), que debe estar cagándose de hambre’”, recordó.

Por último, reclamó justicia y la detención del acusado. “Quiero que nos dejen de agredir, de calumniar, de injuriar y que por fin lo metan preso, ahora que lo tienen acá cerca. Eso es lo único que deseo, que se haga justicia, que esté preso por lo que hizo con mi hermana”, sentenció.