Los pulsos de aire húmedo y frío que ingresaron en el norte de la Patagonia durante las últimas semanas modificaron la situación de sequía y permitieron esbozar una sonrisa en los responsables de la Autoridad de Cuencas.

Hay una mejora en los caudales que llevan los ríos aguas arriba de las presas y hay un nivel de nieve acumulada levemente superior a las épocas de “normalidad”. De ser necesario, los caudales del río Negro podrían triplicarse durante el mes de agosto: entre el inicio de la temporada de riego, que comenzará en agosto e incrementará naturalmente las erogaciones del Neuquén; y la generación del Limay, podría llegar a los 600 m3/seg.

Un año después de dictarse la “emergencia hídrica” en la región, debido al escaso nivel de los embalses, el panorama presenta un alivio fundamental. Al comienzo del otoño se planificó un cronograma de erogaciones todavía más restrictivo, que llevaron al río Negro a contar con apenas 200 m3/seg.

El cambio de las diferentes variables meteorológicas llevó al representante neuquino en el directorio de la AIC, Elías Sapag, a blanquear la posibilidad de erogar hasta 450 m3/segundo por el Limay, aguas bajo de Arroyito. Hoy, ese caudal llega apenas a los 170 m3. La solicitud de la secretaría de Energía llegaba en un momento en que el sistema eléctrico nacional estaba en el límite de sus posibilidades. Y si bien no llegó a utilizarse, la estimación explica la recuperación de los caudales actuales.

Los técnicos de la AIC explicaron que las nevadas y las precipitaciones de julio permitieron mejorar las expectativas a futuro. Y algunos sueñan con que pueda estar llegando a su fin un larguísimo ciclo de sequías, que se prolongó durante 15 años. No obstante, se advierte que en el promedio anual, los caudales siguen siendo bajos. “Estamos mejor, no queremos ser imprudentes”, aseguran.

Incluso, durante esta semana ese cálculo puede mejorar. “La decisión de erogar no se basa en un criterio caprichoso sino en una evaluación previa. El valor medio semanal de las erogaciones se estima a partir del volumen acumulado en los embalses