Existen quejas de distintos vecinos que aseguran que la Comuna confecciona infracciones y las respectivas notificaciones llegan 4, 5 o 6 meses después, con lo cual al conductor no le queda otra que abonar la multa respectiva. El esquema sucede en cuanto al estacionamiento y a registraciones de radares que certificarían que el vehículo infraccionado iba a una velocidad que supera el límite permitido. Se pide mayor celeridad en el aviso a los ciudadanos que fueron multados y se cuestiona a una empresa privada que está a cargo del sistema, por ello se considera que “no existe una acción preventiva, sino una actitud recaudatoria”. 

Marcelo Ferrante, habitante de Bariloche, contó que “le llegaron multas por alta velocidad" y también a otras personas de su conocimiento. Sostiene que dichas infracciones son imposibles. “La situación -dijo- empezó unos meses atrás cuando recibimos una multa de velocidad que le hicieron a mi hija, donde decía que andaba alrededor de 90 kilómetros de velocidad en el kilómetro 6 de Pioneros. Uno es escéptico y dice ‘puede ser’. Luego le llegó una segunda multa donde se indicaba que iba a 95 kilómetros por hora por la Costanera, la primera fue a las 15 horas y la otra a la 13.30 en plena temporada alta”. 

A través del programa “Agenda” que se emite por El Cordillerano radio (93.7) que conducen Antonio Zidar y Daniela Lucero, prosiguió: “Mi hija tiene un Clio viejo, la verdad que la estoy por inscribir en el campeonato de Fórmula 1. Realmente ahí empecé a sospechar y comentando con amigos, vimos que a todos les empezaron a llegar multas y ellos también sospechaban que era una velocidad muy alta en la que supuestamente andaban, con respecto a la infracción que recibieron. Pero la situación se agravó cuando a una amiga de la familia, de 78 años de edad le llegó una multa donde se indicaba que iba a 120 kilómetros por hora en el kilómetro 6”. 

Detalló Ferrante que “después le llegaron multas a mi mujer y entonces me dije 'seguro me va llegar una multa a mí' y entonces desde el primer día fui muy cuidadoso cuando iba por la Costanera, jamás superé los 50 kilómetros por hora, y me llegó una multa donde decía que iba a 88 kilómetros por hora. Me dirigí a la Terminal para hacer el descargo. Llegué allí y me confirmaron la infracción, me dijeron que si hacía el descargo tenía que pagar la totalidad del valor de la multa, renunciando al 50% por pago voluntario”. Agregó: “Entonces me imaginé la situación, ‘yo frente a la jueza diciéndole que no transité a esa velocidad’ y la jueza seguro me iba a decir acá hay un radar que dice que sí. Sentí que mi derecho a reclamo estaba coercionado, porque es imposible demostrar que yo no iba a esa velocidad”. 

Asimismo aseguró que “las infracciones me llegaron entre cuatro o cinco meses después, la multa fue en febrero y me llegó la notificación a principios de junio. La intimación debería ser dentro de un tiempo prudente para que uno pueda hacer su descargo. En mi caso nunca fui a más de 50 kilómetros, estoy muy seguro porque por la situación que pasaban amigos y la familia a los cuales les llegaban infracciones, me dije ‘yo no quiero tener multas’. La velocidad que figura en las multas no es acorde a la realidad, entonces cuando pasaba por esos lugares estaba más atento al velocímetro. Al final decidí no pasar más por la Costanera, porque si yo pasaba a 40 o 50 kilómetros por hora igual me iba a llegar una multa, entonces para llegar al trabajo hago ciertas volteretas para no pasar por esa cámara”. 

Consideró que “teóricamente todos dicen que esas cámaras están homologadas, no creo que la Municipalidad ponga un radar que no esté homologado, pero evidentemente desde que registra el radar hasta que el contribuyente recibe la multa hay una diferencia de días que no es lógica. El intendente debería investigar esta situación, porque cuando fui a pagar a la Terminal, había mucha gente que estaba multada, más de 30 personas haciendo la fila y decían que ellos no habían ido a esa velocidad. Creo que esto merece una investigación, no sé si es un fraude, pero no es real lo que está pasando”. 

Por último, Marcelo Ferrante señaló: “Además me llama la atención, porque según la ley, el tema de las multas de la velocidad debe ser en forma preventiva, nunca debe ser por recaudación, pero tengo entendido que hay una empresa privada de por medio y el objetivo de una empresa privada es ganar dinero. Me parece que no hay una lógica en esta situación de poner una empresa privada porque obviamente siempre va a querer ganar dinero, entonces me parece que hay que investigar esta situación que me parece un poco irregular, además no se deja la intimación en el parabrisas, entonces es muy difícil que el vecino tome recaudos para no hacer infracciones. El trámite debe ser rápido. El tema de prevención no se está cumpliendo y si quieren hacer prevención en el tema de velocidad podrían poner esas pantallas donde indican a la velocidad que va cada uno y eso haría que uno baje la velocidad, si es que uno va rápido”.