Los datos actuales muestran una caída de las importaciones y ello perjudica a distintos sectores productivos del país. En línea con la depresión de la actividad económica y la falta de dólares se profundizan las restricciones de artículos y materia prima importada. Carlos Banacloy, ministro de Producción y Agroindustria de Río Negro, consideró al respecto: “Es impensado hoy que la industria del chocolate no pueda importar en forma normal y cotidiana la materia prima, como el cacao, y con ello se afecta la producción local”. 

El funcionario agregó: “Eso también pasa con el café y con otros tantos productos que no producimos y que son alimentos básicos para el valor agregado en el territorio. Por otra lado, vemos una inconsistencia en el mercado con una apertura de la manzana chilena, cuando en realidad es absolutamente sustituible y esto no lo hablo en cuanto a ser un país retrógrado, sino a ser un país abierto, que tenga las posibilidades de importar, de exportar y comercializar todos los productos”. 

A través del programa “Agenda” que se emite por El Cordillerano Radio (93.7) que conducen Daniel Pardo y Daniela Lucero, refirió: “Es un contexto adverso el que estamos atravesando y con la conciencia de saber que hay una falta de divisas para poder importar. Creo que no nos podemos permitir tener esos desequilibrios y que hoy existan zozobras para poder importar insumos básicos que nos permitirán producir valor agregado en nuestro territorio. Esa es hoy la cuestión, cuando uno habla de si puede importar un vino o un whisky determinado no es relevante para la población, pero sí en un insumo básico como el cacao para Bariloche, para una industria enorme que genera trabajo, que produce un producto tan emblemático como es el chocolate. Ya hemos tenido contacto con el ministro de Producción de la Nación, Daniel Scioli, para gestionar la importación de todos esos insumos que son necesarios para producir”. 

Sobre la crisis de alimentos básicos e impacto en el medioambiente, dijo: “Nosotros estamos muy lejos de eso, yo lo pienso a nivel provincial, tenemos zonas productivas como el Alto Valle donde se llevan ya 100 años produciendo alimentos, sobre todo cuando uno lo analiza en cuanto al desgaste del suelo y otros factores. Pensemos en la vieja Roma donde hace más de 2000 años están produciendo trigo, olivo, vitivinicultura y hoy Europa tiene las certificaciones y estándares mas altos de elaboración de productos. Nosotros lo que no tenemos es macroeconomía con previsibilidad para poder proyectarse y buscar este tipo de certificaciones” y explicó: “Argentina viene produciendo en forma orgánica y esto de la mano de la provincia de Río Negro que es la que más crece a nivel nacional, porque claramente el clima hoy nos beneficia para tener producción orgánica certificada, pero la realidad es que el productor no puede certificar por los costos que implica y que si certifica tiene incertidumbre a la hora de exportar porque cuando va a exportar tiene un tipo de cambio (dólar) anclado”. 

Por último, Carlos Banacloy mencionó en el mismo rumbo: “Europa es un mercado muy apetecible y de pronto esa certificación no sirvió para nada, eso va deteriorando el proceso productivo por no tener claridad, por no tener transparencia, por no tener previsibilidad. En los últimos 20/25 años de nuestro país no fuimos capaces de tener una claridad productiva, como sí la tenemos nosotros en Río Negro, mas allá de la gestión. Acá hemos cambiado gobernadores, hemos cambiado ministros, hemos cambiado secretarios de Fruticultura, pero llegado el momento hemos tenido previsibilidad, le prestamos dinero al productor, lo vamos acompañado en todo el proceso desde la primera colocación del producto en la planta hasta el valor agregado. Eso hoy es una materia pendiente que tenemos a nivel nacional”.