Ocurrió este domingo por la madrugada, durante un operativo de tránsito en Bariloche. El hombre se negaba a realizarse el test de alcoholemia objetando en todo momento ser empleado de la fuerza aérea, indicaron fuentes consultadas por este medio. Además, agredió verbalmente a los inspectores y efectivos. Hubo forcejeos y hasta intentó sobornar a los empleados para que no le secuestren el auto. Finalmente se le realizó el testeo, que arrojó 1,33 gramos por litro de alcohol en sangre. 

Minutos antes de las cuatro de la madrugada de este domingo, en un control vehicular ubicado en Moreno y Elordi, se vivieron momentos de tensión cuando una persona, que circulaba en un Volkswagen Gol Trend color gris, se negó a realizarse el correspondiente test de alcoholemia.

Por este motivo los uniformados de la unidad Segunda, que fueron alertados por un efectivo de esa comisaría que acompañaba a los agentes de Tránsito en el operativo, acudieron hasta el lugar y constataron que, efectivamente, un hombre de 21 años de edad se resistía a hacerse el testeo, poniéndose agresivo con los empleados presentes.

En este sentido, fuentes del caso destacaron a este medio que el sujeto, en todo momento, aducía ser empleado de la fuerza aérea, intentando desligarse de la situación por ese motivo.

Asimismo, tras una larga discusión, el individuo aceptó someterse al test, el cual comprobó que conducía claramente bajo los efectos del alcohol, ya que el resultado fue 1,33 gramos por litro de alcohol en sangre.

Ante esta situación los agentes de Tránsito municipal procedieron al secuestro del rodado, pero seguidamente el trabajador de la fuerza aérea comenzó a insultarlos e, incluso, manifestó que les podría pagaría diez mil pesos para que no le secuestren el coche, aseguraron fuentes ligadas a la investigación a El Cordillerano.

Debido a la posición tomada por el agresor, los uniformados solicitaron que desista de esa actitud y le pidieron que se retire del lugar, ya que estaba entorpeciendo el operativo, pero lejos de ello el hombre comenzó a insultar a los policías, volviendo a remarcar ser empleado de la fuerza aérea, motivo por el que comenzó un forcejeo para lograr aprehenderlo.

Posteriormente, los efectivos policiales pudieron reducir al sujeto, logrando salvaguardar la integridad física de los empleados municipales, pero uno de los uniformados resultó con escoriaciones e hinchazón en ambas manos y con dificultad de movilidad en el dedo meñique de la mano izquierda, en tanto que el otro policía que participó tuvo una herida en su dedo medio de la mano derecha.

En este sentido se supo que ambos empleados de la fuerza fueron examinados por el médico policial en turno, quien dictaminó lesiones leves para ambos, dejando asentado que el empleado policial que intervino en primera instancia debe realizarse placas para descartar alguna fractura.

Consecuentemente, el agresor fue trasladado hasta los asientos de la unidad Segunda del Centro Cívico, en calidad de detenido, poniendo en conocimiento de lo sucedido al fiscal en turno, quien ordenó que continúe en esa situación por resistencia a la autoridad, a la espera de la averiguación de antecedentes. También se dio conocimiento al defensor oficial, que se dio por notificado.

Los videos que se pueden observar en esta publicación fueron captados a través de las cámaras de seguridad ubicadas en el exterior de la redacción de El Cordillerano. En los mismos se ve el tumulto que se generó a esa hora de la madrugada.

Fuentes consultadas por este medio confirmaron que las imágenes son del caso al que hace referencia esta nota, pero el vehículo que se observa detrás, que no es un Volkswagen Gol, no estaría involucrado en este hecho.