El socavón que se detectó el miércoles en la costanera, a la altura de la avenida 12 de Octubre y Ruiz Moreno, puso en evidencia una problemática que hace preguntarse cómo están las “entrañas” de Bariloche.

Cabe recordar que, hace unos meses, la tierra se hundió en la plaza junto a la biblioteca Sarmiento, en la zona del Centro Cívico, frente al puerto San Carlos.

Por ese sector, pasa el arroyo Sin Nombre.

Primero, el busto de Juan Manuel de Rosas “desapareció” al abrirse el piso; luego, la damnificada fue la escalera ubicada en ese sitio.

Ahora, ante el nuevo socavón a poco más de diez cuadras, surge la duda: ¿qué sucede debajo de la ciudad?

El secretario de Servicios Públicos municipal, Eduardo Garza, explicó: “Las problemáticas que hemos tenido las hemos ido resolviendo, pero hay sectores  donde sabemos que los sistemas de canalización de pluviales trabajan al límite, y no sería malo ponerse a analizar cambiar el recorrido de algunos lugares”. 

Invitado a profundizar en la cuestión, indicó: “Hablamos de una proyección de obras de grandes dimensiones, por calles donde se pueda hacer un trabajo que soporte unos cincuenta o sesenta años”.

Así, explicó que eso sería una labor “en conjunto entre dependencias nacionales, provinciales y municipales”.

Garza apreció que los socavones se produjeron “en los dos pluviales más importantes de la ciudad, que justamente son el del arroyo Sin Nombre, que desemboca en el puerto San Carlos, y este (en referencia al que baja por Ruiz Moreno)”.

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“Eso indica que la infraestructura de la ciudad, en su conjunto, ya está sufriendo las consecuencias del paso del tiempo y de la necesidad de renovación en un montón de aspectos”, reflexionó, para luego apuntar: “Estamos hablando de pluviales, pero también podríamos referirnos a cloacas, redes de agua…”.

“Convengamos que todo eso sigue siendo de asbesto cemento, y la mayoría tiene más de sesenta o setenta años de antigüedad”, concluyó.