El chico de 13 años que asistió al establecimiento educativo en el que cursa el primer año es hijo de una empleada municipal, quien defendió la portación del artefacto asegurando que “es de juguete”.

Sin embargo, fuentes oficiales confirmaron que se trata de un artefacto explosivo, por lo que efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) procedieron a su decomiso y traslado en la tolva, para su posterior detonación.

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El poder de detonación del dispositivo no se pudo confirmar, aunque por prevención el establecimiento educativo 138 fue evacuado y las clases también quedaron suspendidas en el turno vespertino.

La granada de mano –identificada como M67– quedó en poder de los uniformados de la PSA, quienes siguiendo instrucciones del fiscal Guillermo Lista procedieron a su decomiso.

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En cuanto los uniformados de la fuerza federal tomaron contacto con el artefacto, la ubicaron en el interior de la tolva para que -en caso de explotar- no lesione personas ni genere daños.

Fuentes del caso indicaron que la madre del chico se acercó al establecimiento y brindó una información falsa -y riesgosa- a los investigadores.