25/06/2022

Ola de solicitudes para sacar la ciudadanía italiana: ¿a qué se debe?

Ola de solicitudes para sacar la ciudadanía italiana: ¿a qué se debe?

Como resultado de los dos años de pandemia por el Covid 19, quienes alguna vez habían tenido en mente obtener la ciudadanía italiana ahora han abarrotado las nueve sedes consulares en el país. Actualmente hay escasez de turnos y los gestores están con infinidad de carpetas que atender. Nunca hubo tantos pedidos de datos de italianos como ahora.

Las quejas se unifican en los problemas para conseguir la cita consular. La sede depende de dónde se tenga residencia en los últimos seis meses. Y si ya antes había problemas para sacar turnos ahora hay que sumarle el año y medio que en el país estuvo cerrada la posibilidad de presentar carpetas para obtenerla por reconstrucción, es decir, no por hijos directos sino por antepasados italianos. Y la mayoría de las solicitudes son por bisabuelos o abuelos.

Muchas personas quieren tramitar la ciudadanía “por si acaso la quieran usar después”, mientras que para otros es casi una urgencia, por la crisis económica que los expulsa a emigrar a Europa.

La ciudadanía italiana es la más deseada en Argentina porque no tiene restricción en cuanto a generaciones. Puede ser, por ejemplo, tanto por un padre como por un chozno, el hijo de un tataranieto. Si se cumple con lo que dice la norma italiana, toda persona que tiene ese linaje sanguíneo de parentesco puede recibir la ciudadanía.

¿Qué hay que presentar? Todo lo que certifica el linaje italiano: desde el antepasado de la persona que solicite la ciudadanía, todas las partidas de nacimiento de los familiares de esa persona, así como también, si es el caso, las de matrimonio, divorcio y defunción.

Otro paso clave es obtener el Certificado de la Cámara Nacional Electoral que muestra que el antepasado no se naturalizó argentino. Si lo hubiese hecho antes de tener hijos, habría perdido la ciudadanía italiana y sus descendientes ya no podrían sacarla.

Desde la Cámara Electoral dijeron que sólo en mayo ya hubo 6.109 solicitudes para acreditar la no naturalización de un italiano. En abril fueron 5.466. Y en marzo, 5.415. Vienen en alza.

En Argentina hay nueve sedes consulares: Buenos Aires, Lomas de Zamora, Morón, La Plata, Bahía Blanca, Mar del Plata, Córdoba, Mendoza y Rosario. Todas exigen que no sean gestores quienes ingresen a los portales virtuales y, de hecho, el IP de usuarios se bloquea a una determinada cantidad de entradas. 

Una vez que se consigue el turno, hay un primer filtro que descarta a quienes no cumplan los requisitos para solicitar la ciudadanía. Sin contar las traducciones -desde $ 3.500 por partida- los impuestos consulares son equivalentes a € 300.

Una vez presentada la carpeta, el consulado comenzará el período de análisis de la solicitud, que suele llevar hasta 2 años. Como estima Latrecchiana, puede demorar unos tres años pasar por todas las instancias hasta obtener la ciudadanía italiana por reconstrucción. Después de eso, se destraba el camino hacia el passaporto rojo.

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