El 21 de junio es el solsticio de invierno en el hemisferio sur de la Tierra. Es también el día en que se celebra el Año Nuevo Mapuche, una celebración muy importante para ese pueblo durante la cual elevan ruegos y agradecimientos al sol, fuente de sabiduría y renovación. Pablo Cañumil, profesor de la Universidad Nacional de Rio Negro e integrante del pueblo mapuche, indicó que el 21, como el 24 son importantes porque empieza un nuevo ciclo que se llama Wiñoy Xipantu, que está enmarcado por la vuelta del sol”. 

Asimismo señaló el docente que “si nosotros observamos el sol en este momento se encuentra en su punto máximo noreste de su salida y empieza como a regresar hacia el este/sudeste. Para explicar este fenómeno es importante tener en cuenta la salida de una constelación que desde el punto de vista castellano se la conoce como ‘las siete cabrillas’. Esta constelación aparece el 24 de junio. Con estos fenómenos el pueblo mapuche da inicio a un nuevo ciclo”. 

A través del programa “Chocolate por la Noticia” que se emite por “El Cordillerano” radio (93.7) que conducen Daniel Pardo y Daniela Lucero informó que “para acompañar este fenómeno natural el pueblo mapuche se reúne, pasa la noche alrededor del fuego, dentro de la casa o donde sea y a la mañana (miércoles) siguiente se realiza una ceremonia. Es una forma de acompañar o pedir que venga un nuevo ciclo, que las plantas vuelvan a rebrotar con fuerza, se pide salud o un montón de cosas para volver a empezar este nuevo ciclo que está enmarcado en este caso por el sol y por la constelación que mencionaba”. 

Sobre el comportamiento de la Naturaleza que pueda interpretarse a favor o en contra con respecto al futuro de los pueblos, mencionó que “siempre el pueblo mapuche mantiene una forma de ver cómo surgió el mundo. Para el pueblo mapuche es importante siempre dejar este espacio y cómo lo vamos a dejar en cuanto a su cuidado. Tenemos en cuenta que todo lo que hacemos va a volver, si nosotros no lo cuidamos nos va a volver. Hoy se mantiene esa mirada de dejar a futuro un buen espacio”. 

Con respecto a involucrarse con la Naturaleza, con el entorno y el comportamiento de la población, refirió que “ojalá en ese sentido que la pandemia haya servido para tomar conciencia, aca en Bariloche si hacemos memoria, los primeros 15 o 20 días de estar en cuarentena aparecieron animales, se acercaron mas pájaros y en eso el humano debería repensar en cómo va a ser su vínculo con la Naturaleza, porque de la Naturaleza vivimos. En el pueblo mapuche siempre vamos a respetar y utilizar lo menos posible la Naturaleza”, 

Por último Pablo Cañumil sostuvo que “cada persona que habita este espacio tiene que tener conciencia del lugar y lo puede acompañar con la ceremonia a la mañana (este miércoles). Mucha gente que no es mapuche también se baña en algún rio o un lago para renovar energía. Creo que el poder tomar conciencia ya es un acto o ritual y decir qué puedo hacer para no perjudicar la Naturaleza. Eso tiene que ver con cada persona para estar con el ambiente que lo rodea”.