“Vengo en representación de la empresa Mi Bus, Transporte Amancay”, anunció el gerente administrativo de la firma, Juan Pablo Follonier, al comenzar su disertación en la audiencia pública por la tarifa del boleto de Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), el lunes en la sala de prensa del municipio. Cabe recordar que el encuentro debió suspenderse por la presión de los asistentes, quienes cuestionaban el intento de incrementar el costo del colectivo y exigían la presencia de la vicejefa de Gabinete –presidenta de la Comisión de Seguimiento del TUP–, Marcela Abdala, y del intendente, Gustavo Gennuso.

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Follonier explicó: “Estoy en esta audiencia para comentarles los argumentos por los que la empresa cree conveniente un reajuste tarifario en el precio del boleto”.

En ese momento, ya se produjo la primera interrupción, cuando alguien gritó: “¿Por qué siempre ustedes hablan primero?”.

Tras esa primera muestra de que la jornada se presentaba complicada, ante los ánimos exaltados, el representante de Mi Bus continuó: “El sistema del Transporte Urbano de Pasajeros ha sufrido en varias oportunidades las consecuencias del desfinanciamiento, producto de la falta de fondos, ya sea por la carencia de ajustes tarifarios o de subsidios”.

“Esta empresa o las que estuvieron anteriormente han padecido, en mayor o menor medida, los problemas de un sistema de transporte que está diseñado de esa manera”, consideró.

En ese instante, otra vez se alzaron voces de protesta, pero Follonier siguió: “En esta oportunidad, les quiero contar que la última revisión tarifaria fue en 2020, con una presentación en diciembre, con las estadísticas de ese año, y se terminó aplicando en noviembre de 2021”.

Y remarcó: “Con números de 2020”.

Luego, explicó: “El período que estamos analizando ahora va desde marzo de 2021 a febrero de 2022”.

Así, desarrolló: “Se llevaron, en promedio, 680.864 pasajeros mensuales, contra 514.380 del período anterior. Es decir que hubo un aumento”.

En ese momento hizo una especie de paréntesis para señalar: “Recuerden que en 2017 esta empresa hizo un aporte muy fuerte al sistema de transporte, incorporando -y creo que fue la primera vez en la historia de Bariloche- cien colectivos cero kilómetro”.

Ese comentario deparó una estampida de protestas. “¡¿Cuántos están funcionando ahora?!”, fue uno de los cuestionamientos.

De esa manera, Follonier se vio obligado a apuntar: “Producto del desfinanciamiento que les comentaba, en 2018, con la caída de los subsidios nacionales, se debió achicar la flota”.

Otra vez, estallaron los reproches.

“Por favor, dejen hablar”, indicó el coordinador de Movilidad Urbana, Juan Del Valle, a cargo de la audiencia.

Follonier pidió: “Yo entiendo los argumentos de todos, los voy a escuchar, y les pido que, por favor, también tomen como válidos los míos, porque entiendo que la única forma de llegar a una resolución es con el diálogo. Si ustedes no están dispuestos a escuchar lo que les quiero decir…”.

De nuevo, se sintieron reprobaciones.

“Por favor, respeten los turnos de cada uno…”, solicitó Del Valle.

El gerente administrativo de Mi Bus intentó proseguir: “En este período se hicieron 380.500 kilómetros promedio mensuales, que, en realidad, son 100.000 más que en el período anterior. Es decir que la cantidad de pasajeros no se incrementó en forma proporcional al aumento de kilómetros, por lo cual nosotros tenemos un IPK, que es el índice de pasajeros por kilómetro, un poco más bajo, o en igual número, que en la presentación pasada”.

“Con la misma cantidad de pasajeros transportados, ¿cuál es el incremento que han sufrido los costos?”, preguntó, para luego añadir: “Para que tengan idea sobre la cantidad de pasajeros por kilómetro que se llevan en Bariloche, las otras ciudades más importantes, con más cantidad de pasajeros, con más volumen de subsidios, llevan hasta el doble”.

De esa manera, se refirió a lo planteado instantes antes, acerca de los valores afrontados por la empresa: “Durante este período que estamos analizando, los principales costos del sistema de transporte de pasajeros sufrieron aumentos que, en algunas oportunidades, superan al índice de la inflación”.

“El combustible, que es uno de los principales insumos, aumentó interanualmente el 112 por ciento”, apreció.

“La inflación interanual –no creo que haga falta que se las cuente– fue del 58 por ciento, y para este período se estima que va a ser cercana al 70 por ciento”, agregó.

“Baterías, neumáticos y repuestos en general sufrieron también un incremento del orden del 60 o 70 por ciento”, manifestó, y después sostuvo: “Y la mano de obra -los sueldos de los trabajadores- también ha aumentado un 50 por ciento”.

En ese sentido, apuntó que, en base a esos números, la tarifa técnica indicaba que el valor del boleto tendría que ser de 132,61 pesos.

Al decir esa cifra, se oyeron nuevas desaprobaciones.

“Decía que el mayor problema de 2020 a esta parte fue la inflación y lo que causa en los precios de los principales insumos para prestar el servicio”, prosiguió Follonier.

“Otra de las causas por las cuales el precio del boleto es distinto al de Buenos Aires es la disparidad con la cual se distribuyen los subsidios a nivel nacional”, aseveró, y ejemplificó: “Hoy la región de Capital Federal recibe el 82 por ciento de los subsidios a nivel nacional, y el resto se distribuye entre todas las empresas del interior”.

En ese punto, quiso ilustrar sus comentarios con un gráfico, pero, una vez más, se sintieron réplicas de los presentes.

“¡Eso es pura mentira!”, gritó alguien.

Follonier intentó seguir con su disertación, mencionando artículos publicados en los diarios nacionales donde se hablaba del proceso inflacionario, pero le fue imposible.

A partir de ahí, comenzó una discusión que se extendió durante más de dos horas, hasta que Juan Del Valle, acorralado por la insistencia de quienes habían asistido, suspendió la audiencia.