La llave de paso de una garrafa que alimentaba un calefactor y un anafe estaba abierta aunque el contenido del envase se había agotado.

Salvador Iácono de 65 años fue encontrado muerto en el interior de su camioneta Mercedes Benz Sprinter, con la que viajaba por el sur del país comercializando productos.

El rodado estaba en la estación de servicio Puma, ubicada en el cruce de las rutas nacionales 23 y 40.

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La sospecha inicial de los investigadores fue confirmada horas más tarde, cuando intervinieron médicos y peritos, quienes no plantearon dudas sobre las causas del deceso: inhaló monóxido de carbono.

El cuerpo del hombre fue encontrado por efectivos de la Comisaría 36 cuando acudieron a un llamado de los empleados de la estación.

Al abrir una de las puertas, el olor a gas invadió el espacio. De inmediato chequearon la garrafa que estaba en el interior y se dieron cuenta que la llave de paso de la garrafa estaba abierta.

Iácono recorría las rutas argentinas y solía estacionar en estaciones de servicio, para poder utilizar sus sanitarios, ya que dormía a bordo del vehículo.

De hecho utilizaba un anafe para calentar agua y un calefactor para levantar la temperatura del amplio habitáculo del furgón donde fue encontrado muerto.

Las heladas de la noche lo habrían invitado a encender uno de esos elementos, aunque sin la respiración correspondiente, por lo que, con el transcurso de las horas, –se cree– se agotó el oxígeno.

El cuerpo estaba ubicado entre las plazas delanteras y el espacio de carga del vehículo. Apenas detectaron el cuerpo convocaron a una ambulancia aunque el médico que asistió confirmó el deceso.

Tras descartarse cualquier indicio de criminalidad, se dispuso la entrega del cuerpo a sus familiares –oriundos de Córdoba– que fueron anoticiados del luctuoso suceso poco después del mediodía.