“Se cambió el sistema circulatorio del paciente sin que dejara de caminar”, ejemplificó el gerente de Mantenimiento de la Región Sur de Aeropuertos Argentina 2000, Luis Banciotto, en relación a las obras a punto de concluir en el Aeropuerto Internacional de Bariloche Teniente Luis Candelaria, que se realizaron sin entorpecer la actividad del lugar.

Sucede que, a punto de llegar al final de las modificaciones que ya llevan varios años, donde solo falta concluir una nueva sala VIP de ciento sesenta y cinco metros cuadrados con servicios en el hall público de pasajeros de planta baja –que se estima estará lista a finales de mes o principios del próximo–, el sitio cambió su aspecto y mejoró la funcionalidad.

Si bien la estructura edilicia es la misma, por dentro los cambios son muchos.

Y tan fuerte es la apuesta que, para recorrer el sitio junto a periodistas de distintos medios –incluso nacionales–, llegaron, desde Buenos Aires, varios representantes de Aeropuertos Argentina 2000. Por ejemplo, el director de Operaciones, Martín Guadix, y el gerente de Operaciones, Lucas Cechet, quienes hicieron una presentación donde expusieron datos sobre las reformas, a la vez que hablaron del Operativo Nieve.

Así, contaron que el proyecto de transformaciones se ejecutó en tres etapas encadenadas, donde nunca se interrumpió la operación de la terminal, con la inclusión de un nuevo sistema de equipajes, oficinas, núcleos sanitarios y locales gastronómicos. En este último punto, cabe resaltar que la confitería principal se trasladó a la planta baja, aunque en el primer piso se añadió un nuevo espacio, de menor tamaño.

Además, se incorporaron dos mangas, por lo que ahora el aeropuerto cuenta con tres para embarcar.

Asimismo, se reemplazaron cintas de equipaje en el hall de arribos nacionales, y se conformó un área comercial de rentadoras, con nuevo pórtico para once locales de atención mixta y dinámica, es decir que atienden tanto del lado destinado al público en general como del que da a la zona a la que llegan los recién aterrizados, quienes pueden contratar un auto que los traslade sin tener que dar toda la vuelta hacia el otro sector.

Por otra parte, está la novedad de la renovación de los núcleos sanitarios en la planta baja, y la incorporación de uno en la zona de arribos.

También se produjo el recambio de la escalera mecánica y se colocó un ascensor panorámico, además de renovarse los muebles gate en el área de embarque.

Y una de las modificaciones más importantes, en cuanto a la comodidad para los pasajeros, tiene que ver con la zona de check-in, donde ahora hay veinticuatro mostradores, a lo que se suman nuevos carruseles de equipaje y bajada exclusiva de equipaje oversize.  

Todo eso enmarcado en espacios más amplios para el público.

Otro dato de relevancia es el que tiene que ver con un cambio de tablero eléctrico y grupos electrógenos para asegurar la continuidad del servicio.

A lo señalado, se debe añadir la incorporación del sistema de deshielo en cubierta del nuevo patio de valijas de la terminal, además de la renovación de oficinas.

Como sintetizó el jefe de mantenimiento del aeropuerto, Diego Iglesias, que si bien es de Buenos Aires hace cuatro años que trabaja en Bariloche: “Se agregaron muchos equipos, se sacaron algunos viejos, y en el mientras tanto de la obra hubo mucho trabajo, porque iban apareciendo otras cuestiones, pero ahora tenemos un aeropuerto mucho más ordenado”.