Después de más de dos años de pandemia por coronavirus, los científicos continúan investigando las consecuencias de la enfermedad en el organismo.

Los hallazgos están generando preocupaciones sobre los impactos que el coronavirus podría tener a largo plazo en procesos biológicos, como por ejemplo en el envejecimiento adelantado. Esta semana, se publicó un estudio en la revista Nature que lo confirma: hubo envejecimiento acelerado en la población debido a la pandemia.

Los investigadores identificaron que la sangre de pacientes infectados presentaba una edad de ADN más antigua en comparación con los individuos sanos. “El envejecimiento es un proceso biológico relacionado con enfermedades y mortalidad. El proceso biológico del envejecimiento se refleja en características moleculares, que incluyen modificaciones epigenéticas y desgaste de los telómeros”, explicaron dos de los autores Xue Cao y Wenjuan Li.

Es así que llevaron a cabo un estudio de metilación del ADN de todo el genoma en sangre completa recolectada de 232 individuos sanos, 194 pacientes con COVID-19 no grave y 213 con COVID-19 grave. Encontraron que la sangre presentaba una edad de ADNm más antigua en los pacientes con coronavirus para los relojes epigenéticos Horvath, Hannum, skinHorvath y GrimAge, en comparación con los individuos sanos.

“Se estimó que las personas con COVID-19 tenían una aceleración significativa de la edad del ADNm. Se observaron los mismos fenómenos en las poblaciones de jóvenes (edad < 50) y ancianos (edad ≥ 50). Juntos, encontramos un envejecimiento epigenético acelerado en pacientes con infección por SARS-CoV-2″, sostuvieron.

Además de la enfermedad, el aislamiento también impacta. Un trabajo reciente, que también fue publicado en Nature, explicó que la cuarentena envejeció a las personas antes de tiempo. Emily Sohn, autora del trabajo, expresó: “En la medida en que la pandemia continúe, vamos a sentir que envejecemos más rápido que antes”.

El envejecimiento acelerado se da por varios factores. Sohn indicó: “Exposición a enfermedades infecciosas, el estrés crónico y la soledad afectan el proceso de envejecimiento, y como resultado de eso empeora las condiciones de salud, lo que acaba por acortar la vida”.

La investigación se realizó mediante un sondeo en el cual un tercio de las personas interrogadas manifestaron tener un declive en su salud mental y física. Las más afectadas fueron las mujeres, que además ganaron peso en la pandemia.

Se señaló al estrés como causa final de este proceso de deterioro, ya que aumenta la producción de la hormona cortisol, que está involucrada en una serie de procesos. “El cortisol promueve la inflamación y eso no solo crea problemas en la piel, sino que acelera el envejecimiento en general”, afirmó la dermatóloga Mona Gohara, profesora en la Facultad de Medicina de Yale. Asimismo, el estrés interrumpe el ciclo del sueño y si se duerme menos hay menor posibilidad de que el organismo se repare a sí mismo.