El intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Horacio Paradela, dialogó con El Cordillerano acerca de la prohibición existente dentro de todos los Parques Nacionales del país, de concurrir a esas áreas protegidas con mascotas.

El objetivo de los Parques Nacionales es la conservación del patrimonio natural y cultural de los argentinos. Las áreas protegidas nacionales ocupan solo el 1,5% del territorio (el resto está ocupado para usos productivos –agropecuarios e industriales– y ciudades) y son sitios donde encontramos naturaleza casi sin modificaciones o, en algunos casos, en su estado prístino.

Una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en estos espacios se debe a la presencia de especies exóticas, que son aquellas originarias de otros lugares del mundo y traídas al país por el ser humano. Ejemplos de estas especies son los perros y gatos, animales domésticos originarios de Asia y Europa.

“Este año, hemos tenido un número similar al año pasado, de casos de visitantes de algunos lugares del país y también vecinos locales, que ingresan con sus mascotas al área del Parque Nahuel Huapi, y ya lo hemos comunicado en varias oportunidades durante la temporada, que si esto ocurre se debe infraccionar a la persona”, empezó diciendo.

El intendente agregó que la razón de esta disposición “no se debe al capricho de un funcionario, sino que tiene que ver con la información que sabemos de manera fehaciente, respeto a que las mascotas pueden transmitir algún tipo de virus a la fauna nativa, desde rabia a otras enfermedades, y eso puede provocar problemas graves en animales”.

“Si esto se da, no solo se le transmite una enfermedad a un ejemplar de algún animal nativo, sino que luego se puede propagar a toda una familia de animales y provoca problemas graves, inclusive, hasta la muerte de esos animales”, advirtió Paradela.

En el caso de los perros, por ejemplo, con su ladrido y olor ahuyentan a la fauna local sensible a su presencia, y al sumergirse en ríos y lagos, o a través de sus desechos, pueden ingresar enfermedades que la afecten. Además, impactan sobre la calidad de la visita de los demás turistas, quienes van a los Parques Nacionales buscando vivenciar la naturaleza argentina en su aspecto más puro.

“Por otro lado, en lo que hace al comportamiento de los animales, está comprobado que muchas mascotas, en el ámbito cotidiano doméstico las vemos dóciles, pero en lugares agrestes adquieren comportamientos lógicos y naturales de predador, tanto los gatos como los perros. En el caso de las mascotas chicas atacan a animales chicos y los grandes a los de mayor porte”, describió.

Por otro lado, las heces de los animales domésticos, aunque tengan todas las vacunas, pueden transmitir enfermedades a la fauna autóctona. Y aunque sean retiradas por sus dueños las mascotas son animales territoriales, cuyos olores pueden ocasionar el abandono de sitios de anidamiento/guarida, con pichones/crías, afectando la seguridad y el éxito reproductivo de las especies.

“Esta situación también hay que entenderla y tomar conocimiento. También puede darse que ataquen a otras personas, algo que se da comúnmente en las ciudades. Esas son las principales razones de porqué está prohíbo llevar mascotas al Parque y ante esto, es que debemos infraccionar a los propietarios de las mismas”, finalizó.