El ex combatiente y director de veteranos de Malvinas de Río Negro, Rubén Pablos, fue entrevistado por El Cordillerano Radio en el marco de los 40 años de la guerra. Pablos recordó sus meses en batalla, cuando fue prisionero de guerra, los años difíciles de la posguerra y destacó la resiliencia que les permite, cuarenta años después, defender la causa Malvinas y velar por los veteranos y sus familias.

EL SOLDADO

“En 1980 egresé de la secundaria, en marzo de 1981 di el examen de ingreso en ingeniería y a los dos o tres días ingresé al servicio militar obligatorio. En ese entonces vivía en Quilmes, Buenos Aires” recuerda Pablos.

“En marzo del 82 a punto de irme de baja, después de hacer el servicio militar, surge lo de Malvinas y fuimos con el regimiento. En ese momento tuve una sensación de orgullo” destaca recordando aquel momento en que se dieron a conocer las imágenes de la recuperación del territorio.

Llegó con el regimiento 7 el 14 de abril a las islas. “Estuvimos al oeste de Puerto Argentino, que es una ría que entra en el mar, muy pronunciada, al finalizar esa ría, a unos 8 km arriba hay una colina, ahí estuve apostado hasta el 14 de junio luego estuve prisionero y volví un mes después al continente”, relata.

El ex combatiente recuerda que cuando cae prisionero “éramos cerca de 640 entre militares y soldados” y relata que lo que Inglaterra pretendía era que Argentina firme la rendición total, cosa que no hizo al día de hoy. “Intervino la Cruz Roja y algunos organismos internacionales y al mes Inglaterra nos devolvió a Puerto Madryn”, cuenta.

“Estar en el campo de batalla es terrible, nos cuesta graficar en palabras lo que es siquiera un día de guerra, es atroz, señala Pablos.

Y destaca lo que a él le sirvió estado allá: “desde el primer momento que llegué a Malvinas me mentalicé que iba a volver, de que iba a volver a mi casa, a mis afectos, a mi vida.”

LA POSGUERRA

Lo que Pablos recuerda con tristeza son principalmente los años de posguerra. “Los primeros ocho o diez años fueron los más terribles”, señala y explica: “por el proceso de desmalvinización que se implementó en ese momento, a nosotros nos ligaban a la dictadura, que no tenemos nada que ver. Siempre decimos que nosotros fuimos a defender a la Patria no a los militares de turno.”

“La guerra es un horror, te atraviesa la vida y te deja sin saber qué hacer” expresa Pablos e inmediatamente recuerda lo que hicieron posteriormente. “Tuvimos que organizarnos, conformar centros de ex soldados combatientes y eso nos llevó a profundizar la causa Malvinas, y hoy llegamos a los 40 años y entendemos que hemos revertido esa situación tan crítica y tremenda de lo que fue una guerra en algo positivo y en trabajar en pos de la causa nacional.”

LA RESILIENCIA

“Esos años fueron muy duros, pero eso fue lo que nos reconvirtió, salimos a las calles, primero a pelear por nuestros compañeros, después por algunas leyes, y por la causa Malvinas, para que se ponga en la agenda pública como debe ponerse y no ligada como se trató de ligar a la Dictadura Militar y a la locura de un borracho. Malvinas tiene 500 años de historia, 189 años de territorio usurpado hoy en día, entonces no podemos sesgarla únicamente al proceso de la Dictadura”, aclara Pablos.

El objetivo de la Dirección donde él actualmente trabaja “es velar por la problemática del veterano de guerra y su familia. Más que nada para tratar de acompañar desde la salud, la educación y la vivienda.”

“Creamos hace unos años atrás el Observatorio Malvinas, y ahí podemos trabajar más en profundidad lo que es la causa Malvinas desde la educación y desde la historia. Debemos contar la historia en su totalidad. Malvinas tiene 500 años de historia, la página de 1982 es sólo una”, concluyó.