Este miércoles 26 de enero se recuerda la muerte José Gabriel Brochero, en 1914. El llamado “Cura Gaucho” es muy reconocido en todo el país por ser haber abocado su vida a la gente más humilde del campo. Residiendo en las sierras de Córdoba, el sacerdote asumió como propias las necesidades de la gente. Con sus manos construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas, animando a los pobladores a acompañarlo. En su vejez el padre Brochero enfermó de lepra como resultado de convivir con enfermos que padecían esa enfermedad, compartiendo inclusive el mate con ellos. Por esa razón quedó sordo y ciego antes de morir, en 1914.

Aquí en San Carlos de Bariloche, en la capilla Inmaculada Concepción, reside una altar y una imagen que según el párroco Jorge Pliauzer, en diálogo con el programa "El Expreso Periodistico", es “la más y mejor lograda" en Argentina por un escultor. Allí también se encuentra uno de los huesos del padre Brochero y un ladrillo de la "Casa de Ejercicios Espirituales de Traslasierra”.

Pliauzer recordó dentro de las obras del famoso sacerdote, las sociales como el llamado camino de las altas cumbres, incluyendo interesantes puentes de piedra, que al cabo de 200 km unió la población de Villa del Tránsito (actual Villa Cura Brochero) con la ciudad de Córdoba. Sus gestiones hicieron posible la apertura de caminos, acequias, diques, una estafeta postal y un telégrafo. Entre otras obras fundó escuelas y logró, con la construcción de un acueducto, la llegada del agua al pueblo desde el río Panaholma.

Pliauzer junto con dos sacerdotes devotos de Brochero, Mauricio Haddad y Willy Rubia, oriundos de Mendoza, enfatizaron en la cantidad de personas que personas que asistieron a la Casa de Ejercicios Espirituales, cerca de 70.000, en las que no había distinción e incluso gente que estaba o había presa. "Brochero vacío las cárceles" manifestó Plauzier.

Por último recordaron el buen contacto que tenía con los principales referentes políticos de la época. Incluso Brochero le solicitó al presidente Miguel Juarez Celman el ferrocarril para que uniera Villa Mercedes hasta Cruz del Eje. Además aseguraron que su muerte por lepra, debido al contagio de los hombres del lugar, de alguna manera u otra es un gesto vigente por estos tiempos de Pandemia. "No le tuvo miedo ni le importó contagiarse para asistir a los enfermos" finalizó Pliauzer.