El 21 de septiembre de 2014 José Luis Aguilera y Jonathan Parra persiguieron en un auto a un jovencito de 15 años, dándole muerte. Ambos cumplían una larga condena, a 22 años de detención, pero Parra se dio a la fuga. La madre de Enzo Ulises Paillalef hace un llamado a la Fiscalía y a la sociedad en su conjunto.

Parra era parte del plantel de internos que desarrollan sus actividades y oficio en el sector de carpintería del Penal. El domingo 9 de enero, abusando de la confianza que le otorgaban, se dio a la fuga.

Esthela Leonor Paillalef ya había hecho público que con anterioridad vecinos lo habían visto por el barrio Malvinas. Esto fue confirmado puesto que contaba con salidas transitorias.

Ahora esta mujer envuelta en dolor hizo un pedido de justicia a los medios de comunicación y especialmente a la Fiscalía. “Sentí mucha impotencia cuando me enteré que se escapó”, dijo al ser entrevistada en el programa "El Expreso Periodístico", que se emite de lunes a viernes de 10 a 12.30 por El Cordillerano Radio (FM 93.7).

“Vivimos inmersos en una sociedad llena de inseguridades. Ha sucedido la fuga de un homicida, quien aprovechando que le brindan privilegios por su buen comportamiento, escapó”, cita la carta difundida.

“Y ahora, ¿quién lo encuentra? Exijo que cumpla su condena en una cárcel de máxima seguridad, él le quitó la vida a mi hijo de tan solo 15 años”.

En la nota presentada a Fiscalía pide que quien esté de turno se comunique con ella y le informe las medidas que se están realizando para dar con el paradero del prófugo.

“Pido también que entreguen fotos del asesino a los medios de comunicación para que la gente lo conozca y pueda avisar si lo ve en alguna parte”.

Esthela se mostró muy desilusionada por su paso por Fiscalía: “Me recibieron la nota por Mesa de Entrada, pero ni siquiera se comunicaron conmigo, cuando llamé de nuevo estaban en el procedimiento del incendio en el Arrayanes”, comentó.

“Reclamo la pronta detención, ya me dolía cuando me contaban que lo veían por las calles del barrio, porque tiene familiares en el Malvinas y además iba a un taller en el San José Obrero”.

El próximo lunes regresará a Fiscalía para solicitar una audiencia, esperando tener mejor suerte.

Desde el 21 de septiembre de 2014 su vida cambió por completo: “Sigo muy triste, tengo otros hijos y es por ellos que afronto todo lo que nos pasa, que me mantengo de pie”, se lamentó.

Otra carga enorme a esa mochila que lleva ha sido la de salir como querellante en la causa: "Tuve que mirar los papeles del caso, me enteré de todos los detalles de cómo asesinaron a mi hijo”.

Enfrentar tanto dolor, por lo visto, no tiene fin, puesto que ahora lo único que necesita para lograr una pizca de consuelo es que Parra sea recapturado y llevado a una cárcel de máxima seguridad.

“Nadie me va a devolver la vida de mi hijo y lo que más me duele ahora es que quien lo mató no esté cumpliendo su condena”.