20/01/2022

La bronca de los brigadistas en asamblea: “Se nos cagan de risa en la cara”

La bronca de los brigadistas en asamblea: “Se nos cagan de risa en la cara”
Fotos: Fabio Hernández.
Fotos: Fabio Hernández.

Cuando los brigadistas de Parques Nacionales, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego y el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales de Río Negro (SPLIF) se reunieron en asamblea abierta, tras la jornada de labor frente al incendio de la zona de los lagos Martin y Steffen, el martes cerca de las 19, comenzaron a escucharse las voces de descontento. En conjunto, decidieron reclamar la presencia de funcionarios nacionales de alto rango -ministro y viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié y Sergio Federovisky, y el presidente del Directorio de la Administración de Parques Nacionales, Lautaro Erratchú–, con la intención de que llegaran con soluciones. 

Un combatiente del Servicio Nacional de Manejo del Fuego expuso la necesidad de que se considerase la labor de acuerdo al peligro que encierra: “En los primeros días del incendio, a un compañero se le cayó una piedra de grandes dimensiones que le produjo una fractura de fémur y cadera. Costó mucho retirarlo del lugar, porque el acceso era muy difícil. Son las eventualidades a las que estamos expuestos todo el tiempo. Compañeros que van a cumplir cincuenta años hace treinta que están chupando humo y comiendo ceniza; eso a la larga genera problemas de salud. Si cada uno se hiciera un chequeo médico le saltaría que los pulmones van perdiendo recuperación”.

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“Y tenemos el ejemplo de lo que ocurrió en Neuquén, donde se cayó un helicóptero y fallecieron dos pilotos. Cualquiera de nosotros podría haber ido ahí, y sin embargo no se nos reconoce el trabajo de alto riesgo”, continuó.

De esa manera, reflexionó: “Estamos peleando por un sueldo digno para poder llegar a fin de mes, cuando existe la posibilidad de perder la vida en cualquier incendio”.

Un compañero suyo tomó la palabra y cargó contra el viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Sergio Federovisky: “Dice que envía ropa, pero, a nosotros, como brigada nacional, no nos llegó nada más que un par de borcegos, y no puede ser que, estando en servicio siempre, solo una vez al año manden eso. Los elementos de seguridad no aparecen, ni en tiempo ni en forma”.

“Por qué no se toma un vuelo, viene dos horas, se acerca hasta la brigada y va a las fuentes. Dejémonos de los teléfonos descompuestos, porque las consecuencias las estamos padeciendo todos”, expresó, para luego preguntar retóricamente: “¿Los vecinos de Villegas tienen que llegar a una situación extrema para que se tomen cartas en el asunto?”.

Cabe resaltar que, justamente, varios pobladores de la zona acompañaron el reclamo de los combatientes, y ellos mismos apuntaron a la falta de asistencia estatal, indicando que estuvieron desde el primer día ayudando con cortafuegos, y -según explicaron- la poca vestimenta que les llegó lo hizo por la solidaridad de los propios ciudadanos, no desde el gobierno nacional.

En tal sentido, una vecina sostuvo: “Frente a la ausencia de las instituciones, al ver que solo había unas pocas personas que estaban trabajando, tuvimos que salir a defender a nuestro pueblo. Además, en Villegas no tenemos ni una sede de bomberos; somos vulnerables a cualquier fuego que surja”.

Un integrante del Servicio Nacional de Manejo del Fuego aseveró: “Tenemos que dar un plazo, esto no da para más… Los zapatos duran tres o cuatro días y se rompen. Pato -como llaman al director de la institución, Alberto Seufferheld– dijo que había mandado cuarenta pares de borcegos para el parque… con todos lo que somos. Se nos cagan de risa en la cara, ¿hasta cuándo vamos a aguantar esto?”.

“El compromiso de armar el campamento para el lunes tampoco se concretó, ni lo de más equipamiento, ropa y personal… Seguimos yendo y viniendo a Bariloche, lo que implica doble cansancio. Tardan cuarenta y cinco días para hacer un campamento cuando la gente del SPLIF lo preparó en dos jornadas”, añadió.

Al respecto cabe aclarar que los miembros del SPLIF también formaron parte de la asamblea, y si bien no alzaron la voz como sí lo hicieron los brigadistas nacionales, se solidarizaron con ellos, además de que coincidieron en algún pedido particular, como la necesidad de tener una jubilación anticipada por la labor de alto riesgo que desarrollan.

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Un combatiente de Parques Nacionales, en tanto, recordó: “En noviembre tuvimos una reunión con el intendente del Nahuel Huapi (Horacio Paradela) y se le solicitó más personal, porque éramos solo veintiocho operativos, entre los que había jefes de cuadrilla y choferes, o sea que quedábamos alrededor de doce o catorce personas para la línea de fuego. Pero nos dijo que no iba a pedir gente. 'Si hay un incendio convocaremos a otras instituciones para que nos vengan a ayudar', contestó. ¿Cómo hacemos nosotros, con doce personas, para poder trabajar en un parque tan grande? Es imposible”.

Un integrante del Servicio Nacional de Manejo del Fuego, por su parte, expuso la problemática de los que llegan de distintas provincias: “Nosotros venimos del norte. Yo soy de Salta, hay otros de Chaco y Tucumán, y lo único que se nos dio es el vehículo oficial y la tarjeta para cargar combustible; tuvimos que pagar todo, y vaya a saber cuándo nos abonarán los viáticos… Para venir, no nos quedó otra que pedir prestado…”.

A la vez, hubo una advertencia generalizada: “Somos todos precarizados; hay que exigir el pase a planta”.

Y, tras decidir reclamar que las autoridades nacionales asistieran el jueves, se escuchó decir: “Pero que vengan con soluciones; para promesas, que ni aparezcan”.

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