Las caminatas de montaña consisten en transitar en forma relajada siguiendo un sendero determinado, por lo general en terreno montañoso. Las rutas de senderismo no suelen discurrir por zonas peligrosas, pero con el auge de los corredores de montaña surgen ciertos inconvenientes por el uso adecuado de las sendas naturales protegidas. ¿Quién tiene la prioridad del uso, los caminantes o los corredores?, el debate está abierto. Claudio Fidani a cargo del refugio General San Martín (Laguna Lakob) considera que “cuidar el lugar donde vivimos no es salir y listo, hay que tratar de organizar las cosas para que el tema ambiental sea el eje que nos una a todos. A los refugios de montaña, a los baños de los refugios de montaña, a todo”.

Para Fidani, quien es una persona experta, con años de ejercicio del montañismo el tema no es sencillo: “nosotros tenemos un entuerto en cuanto a las formas, hace 40 años que estamos en el refugio, hemos visto pasar diferentes cosas. Ahora con este nuevo auge de las carreras, que está buenísimo, pero lo que no está bueno es la gente que entrena, que lo hacen por los senderos donde caminan otras personas. Por ejemplo, si a vos te gusta manejar y te cruzás con uno que va entrenando para la Fórmula Uno, seguro se complica”.

Consultado a través del programa “El Cordillerano entrena” que se emite por la señal radial 93.7 sobre que el montañés es como más tranqui, en cambio el corredor es "ahora y ya", ¿cómo es esa convivencia?, dijo que “la convivencia es el respeto mutuo, ante dos personas que se cruzan caminando el que va subiendo tiene prioridad, los senderos no son de doble mano, son para pasar uno al lado del otro, hay que esperar el lugar para pasar, entonces si te topás con alguien que viene bajando y vos subiendo, el que viene bajando tiene que parar su marcha y esperar que vos pases” y agregó que “eso con los corredores es imposible, te topetean y te tiran directamente. Me han pasado muchas cosas de esas, imaginate el rollo, porque la realidad es que estamos todos dispuestos a disfrutar del mismo lugar, pero lo debemos hacer con un entendimiento. Los corredores tienen que saber que no pueden entrenar por donde camina la gente, las familias y demás, y decir permiso, permiso y pasar, no, deben buscar el horario o esperar que se cierre el sendero para la gente que camina. Eso es parte de la convivencia. Si hay un respeto mutuo seguro que lo vamos a poder llevar adelante”.

Consideró que de otra manera “van a tener que existir senderos para corredores y para gente que camina. La gente es que como que se cruza porque piensa que los senderos son de doble mano, piden permiso, te topetean. Los corredores están como en una película de correr, de mirar el reloj, no considero que disfruten la montaña, no lo creo. De hecho cuando se hace la 4 Refugios, ninguno para por nuestro refugio, ninguna va y se queda por un día, nadie, siempre van corriendo”.

Para Fidani, “esto es una visión de una persona que camina y que también corre, yo también corro, no es que hablo de esto porque soy una tortuga que quiere ir caminando todo el tiempo. Corremos, bailamos, andamos a caballo, en bicicleta, hacemos de todo, pero siempre con un respeto que fue inculcado por mucha gente que estaba antes de nosotros, con respeto por el otro”.

Explicó asimismo que “si esto lo podemos trasladar y entenderlo de una vez por todas, vamos a estar bárbaro. Todo va a evolucionando y vamos a llegar, por ejemplo, en la primera carrera que hubo quedó una mugre, todos los corredores tiraban los envases de gel, todo tiraban, todavía algunos lo siguen tirando, pero la mayoría ya no”.

Por último, Claudio Fidani refirió que “después los organizadores de las carreras tienen que empezar a tener un parámetro ambiental para delinear los circuitos, porque no es lo mismo 200 personas caminando, que 200 personas corriendo, porque hay una degradación del terreno que necesitamos parar, no parar con las carreras, sino entender qué se debe hacer en los senderos para que sostengan esa carga. Una carga de 400 personas corriendo entre los refugios. En piedra no tenés tantos problemas, pero si alguno conoce el mallín del Goye, cada vez que pasa la carrera por ese lugar todo queda muy deteriorado. Hay que intentar eso y ponerse a trabajar en esa parte para no escupir para arriba”.