El presidente de la junta vecinal del barrio Arrayanes, Máximo Calfuquir, se trenzó en una discusión acalorada con el concejal Gerardo Del Río durante un encuentro organizado por la Multisectorial por el Transporte Público de Bariloche.

Calfuquir insistió con algo que ya había dicho días atrás, en relación a la necesidad de que la totalidad de los ediles renunciara. “La gente no se siente representada por el Concejo Deliberante. No puede ser que un intendente pase sobre las ordenanzas”, señaló.

La discusión giraba en torno a la situación del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP).

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“La empresa saca colectivos cuando quiere, se lleva unidades nuevas y trae viejas… ¿Dónde está la responsabilidad del concejal ahí, o es solo del Ejecutivo?”, preguntó el representante del barrio Arrayanes.

Del Río, uno de los tres ediles presentes (también estaban Roxana Ferreyra y Marcelo Casas), tomó la palabra: “La responsabilidad es del Ejecutivo, que firmó”.

“Acá el contrato se rescindió por voluntad unilateral de la empresa. Eso generó que haya un cruce de cartas documento, donde se buscó una nueva base de acuerdo. Para nosotros, desde la oposición, eso es firmar un contrato nuevo, por lo que tiene que pasar por el Concejo”, expuso el edil, quien también advirtió que, por parte del Ejecutivo no se les había brindado información sobre la situación de conflicto.

“Pero ese es un error”, lo interrumpió Calfuquir, y completó: “No tienen autoridad”.

“¿Vos te pensás que estamos boludeando ahí adentro?”, le espetó Del Río. “El otro día nos dijiste que éramos todos inservibles, y eso no me lo banco”, añadió.

Calfuquir lanzó: “Ninguno se opuso realmente a las decisiones que toma el Ejecutivo. Párense en el medio del Concejo y digan: 'Yo estoy en desacuerdo'. Muchachos, ¡están cobrando un sueldo!”.

“No vemos un proyecto serio, ni una mejora en la ciudad, lo único que observamos es un Bariloche que se cae a pedazos”, manifestó el dirigente barrial, para luego agregar: “Dejémonos de pavadas, hace cinco años que venimos con esto…”.

Y sumó: “Quiero que digan la verdad, ¿van a defender al pueblo?, salgan y pónganse la camiseta del ciudadano; yo voy a ser el primero en respaldarlos, y atrás mío va a haber diez más, y detrás de ellos otros tanto”.

Del Río trató de explicar que, al contar con un número menor frente al oficialismo, les era imposible impedir ciertas cosas: “Nos pasan por arriba con la mayoría”, dijo.

Este encontronazo se dio a la media hora de iniciada la reunión, que se extendió durante algo más de dos horas.

Y, si bien durante el resto del encuentro hubo también otros momentos tensos (uno, por ejemplo, protagonizado por la defensora del Pueblo, Analía Woloszczuk, y el presidente de la junta vecinal del barrio Valle de los Ñires, Carlos Ortiz), finalmente estos topetazos verbales quedaron como muestras de una bronca acumulada, resultado de una problemática que, por momentos, parece hacerse eterna.