“Estamos ante una nueva muestra de los efectos que tiene el cambio climático sobre la convivencia con el medio ambiente”, decía la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, la semana pasada, cuando se encontró con la prensa en Río Villegas, junto a la zona donde el fuego arreciaba.

Foto: Fabio Hernández.

En tal sentido, el ecologista -con un destacado paso como guardaparque- Alejandro Beletzky señala: “Sin duda, el cambio climático está acelerado, pero no genera los incendios, los potencia”.

“Esto viene desde hace muchos años. Creo que ya lo advertíamos en 1985, y de ahí en adelante, al ver la tasa de destrucción forestal y la expansión industrial sucia descontrolada”, apunta.

Beletzky aprovecha para retomar un tema que le preocupa especialmente: “De lo que nadie habla es de la geoingeniería climática, que interfiere en el planeta cada vez más; pareciera que el negacionismo absurdo o la complicidad los bloquea”.

Foto: Matías Garay.

“Nuestro clima depende de lo que viene del océano Pacífico, de lo que se evapora; el viento llega hasta la cordillera, donde, en la altura, la humedad condensa y precipita en forma de lluvia y nieve, por eso existe este bosque tipo selva fría, denso y bello”.

“El gradiente (que en física es la “razón entre la variación del valor de una magnitud en dos puntos próximos y la distancia que los separa”) va al Oeste entre cinco mil y seis mil milímetros anuales, y cincuenta kilómetros después baja a solo cuatrocientos a seiscientos milímetros anuales”, señala.

Así, menciona que “desde hace unos diez años se intensificó la aparición de estelas químicas, las llamadas ‘chemtrails’, que, sin duda, están provocando modificaciones en aquella circulación milenaria”. 

“La negación es total, y los científicos que deberían estudiar el tema no lo hacen, salvo en los países donde esto es brutal, y es a partir de allí donde aparecen múltiples informaciones de esta realidad”, expresa.

“De hecho, las primeras investigaciones las realizó un biólogo llamado Francis Mangels, con treinta y cinco años de experiencia en el sistema de conservación de bosques de Estados Unidos, que vio la forma explosiva de los incendios en los bosques de California y decidió realizar análisis químicos. Así, descubrió que en el suelo y en el agua había aluminio y bario. Investigaron y prepararon un material documental realizado por Michael J. Murphy, con la participación de Dane Wigington, experto en estudios del clima, quien hoy sigue la denuncia pública con nuevas investigaciones”.

 Foto: Matías Garay.

Beletzky cuenta que, en ese primer documental, “el experto y defensor de la geoingeniería, David Keith, asegura que, frente a la amenaza del cambio climático, antes que nada, ‘es mejor hacer un poco de geoingeniería’”.

Cabe remarcar que David Keith es un profesor de Harvard que fue uno de los primeros en evaluar las formas en que se podría alterar el clima para contrarrestar el calentamiento global, y ha emprendido investigaciones sobre lo que se denomina “inyección estratosférica de partículas”.

“Este ‘investigador’ también escribió un libro sobre el tema, titulado ‘Un caso para la ingeniería climática’, y cogestiona un fondo de energía y clima respaldado por Bill Gates, que ha apoyado las investigaciones en esta área”, puntualiza Beletzky, para luego añadir: “Este año, Keith ayudó a lanzar el Programa de Investigación de Geoingeniería Solar de la Universidad de Harvard, y anunció planes de llevar a cabo lo que sería uno de los primeros experimentos al aire libre con un compañero”.

Así, plantado en una temática que lo apasiona, el exguardaparque afirma: “Unos tipos, financiados por no sabemos quién, pretenden -y lo están haciendo- manipular el clima de muchas naciones, y, en nuestro caso, lo que ocurre que estaban previstas lluvias y de repente comienzan los vuelos múltiples de empresas aéreas (o eso parecen) desde Santiago de Chile a Balmaceda (una pequeña localidad chilena), pasan muy pegados a nuestra cordillera, generan rápidamente vientos, y luego el cielo se cierra con una extraña nube artificial… ¿Y la tormenta? Pasa de largo y cae con lluvias torrenciales, granizos y fuertes vientos desde La Pampa para arriba, en otras provincias”.

“Están jugando a la ruleta rusa con nuestro clima y nuestra salud, pues todo lo que inyectan en la alta atmosfera siempre termina cayendo y entrando en nuestro cuerpo por las vías respiratorias, por el agua, por los alimentos…”, denuncia.

Foto: Matías Garay.

Para finalizar, Beletzky se reserva unas palabras dirigidas al ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en torno a la cuestión vinculada a la geoingeniería, sin olvidar una apostilla por la reciente decisión de permitir a una empresa noruega realizar una exploración en el Mar Argentino: “Espero que, ahora, el ministro Juan Cabandié se ocupe de este tema, y no de habilitar exploraciones petroleras en nuestro mar territorial con detonaciones que definitivamente matan a nuestra fauna marina”.