Se desconocen las causas por las que la aeronave se precipitó a tierra. Las víctimas eran el piloto y un mecánico.

Un helicóptero Bell 412 que combatía los incendios en Quillén perdió el control, se estrelló contra el suelo dejando como saldo la muerte de los dos tripulantes. Se trataba del piloto y de un mecánico que viajaban en la aeronave  contratada por el gobierno de Neuquén para sofocar las llamas que llevan más de una semana azotando a esa zona cordillerana, situada en cercanías a la localidad de Aluminé.

Según fuentes oficiales, todavía se desconocen los motivos por los que el helicóptero se precipitó a tierra y los investigadores comenzaron las tareas para determinar cuáles fueron las causas que desataron la tragedia, que le suma dramatismo al desastre natural y ecológico que ya causó el fuego, con más de 6 mil hectáreas arrasadas.

Además, se confirmó que la aeronave explotó apenas tocó el suelo.

Trascendió que las dos víctimas fatales no son oriundas de la provincia de Neuquén, porque se trataba de personal de la empresa Helicópteros Del Pacífico.

Ayer, el gobernador Omar Gutiérrez había recorrido la zona del incendio en el lote 39 del Quillén y se había reunido con los brigadistas. Si bien el fuego sigue activo, hay lugares en los que se pudo frenar el avance de las llamas y se deberán mantener guardias de vigilancia del material caliente y las cenizas durante un largo tiempo para evitar que se reaviven las llamas.

Los focos fueron provocados por la caída de un rayo el pasado 7 de diciembre y trabajan en el lugar 150 brigadistas y 3 aviones para terminar de apagar las llamas que se iniciaron tras la tormenta eléctrica. Antes de la tragedia, los helicópteros que estaban en funciones eran cinco.