CAMBIO DE PARADIGMA ENERGÉTICO

| 06/12/2021

Hidrógeno Verde: claves para entender un proyecto que transformará para siempre a la zona atlántica

Hidrógeno Verde: claves para entender un proyecto que transformará para siempre a la zona atlántica

El proyecto para producir hidrógeno verde en Sierra Grande genera muchas expectativas en la provincia de Río Negro y particularmente en la zona atlántica.

Se habla de una inversión total de 8.400 millones de dólares, de 15.000 puestos de trabajo directos, de ventas anuales de 7.000 millones de dólares. ¿La antigua ciudad minera finalmente se convertirá en un centro de atracción industrial? ¿Qué significa el hidrógeno verde? ¿Por qué es tan importante a nivel mundial? Algunas de las claves para entender la situación.

 

Cambio climático y cambio de paradigma energético

Los expertos lo venían anunciando: las condiciones de la economía mundial, con su desmedido consumo de energías fósiles, estaba produciendo cambios preocupantes en las condiciones climáticas.

La elevación de la temperatura promedio, el derretimiento de los casquetes polares, los violentos períodos de sequías y lluvias torrenciales, no podían ser sólo fenómenos aislados.

El llamado “calentamiento global” era el producto de los “gases de efecto invernadero”, fundamentalmente la “huella de carbono”. Un subproducto de la quema de hidrocarburos. Desde la Conferencia mundial de Kioto (Japón), en 1990, los principales países industriales vienen buscando alternativas.

 

Alemania abandona la energía nuclear

Un momento clave fue la decisión de Alemania de cerrar todas las centrales nucleares. El accidente de Fukushima llevó a la canciller Ángela Merkel a tomar esa decisión en 2010.

Se dieron un plazo de 12 años para planificar la transición energética. Alemania tenía 17 usinas nucleares; todavía quedan seis en operaciones y para el año que viene no debe quedar ninguna. El consenso básico en el país germano es “no más energía nuclear”.

Al mismo tiempo, está dejando atrás su etapa de carbón y petróleo y desarrollando fuertemente las energías “limpias”, fundamentalmente eólica.

 

 

¿Qué es el hidrógeno verde?

 Se trata del elemento más común del universo, porque está en la composición de múltiples estructuras (desde el aire que respiramos al agua, o los hidrocarburos), pero existe un problema: para separarlo de otros componentes hay que realizar un procedimiento industrial.

Esos procesos son más o menos limpios de la famosa “huella de carbono” que se libera al medio ambiente.

Hidrógeno negro: es el que se extrae de los hidrocarburos, sin control de la emisión de gases de efecto invernadero.
Hidrógeno azul: se extrae del agua, utilizando fuentes no renovables como energía para producir la electrólisis.
Hidrógeno verde: se extrae del agua pero ahora se usa energía renovable (eólica o solar).

 

 

Por qué Sierra Grande

En primer lugar, el proceso industrial para producir hidrógeno verde necesita de agua salada para facilitar la electrólisis.

Luego, se necesita de enormes cantidades de energía. Y con el actual desarrollo tecnológico, para generar toda esa energía a partir del viento hacen falta “granjas eólicas” que ocupan una gran extensión. La región aledaña a Sierra Grande reúne esas condiciones: suelos de baja productividad agropecuaria, vientos suficientes. Además, tiene un puerto de aguas profundas que puede ser adaptado para embarcar el hidrógeno.

 

Un proyecto exportador

Este proyecto tiene una impronta exportadora en gran parte. Alemania, por ejemplo, necesita alrededor de 22 millones de toneladas anuales de hidrógeno verde para satisfacer sus necesidades.

El grupo australiano Fortescue decidió consolidar su perfil de proveedor de energías limpias y apuesta por la producción de hidrógeno verde destinado a un comprador específico.

Argentina todavía no ha desarrollado una escala similar para utilizar hidrógeno. Y necesita urgentemente ampliar sus exportaciones para poder superar la escasez de dólares de su economía.

 

 

Una ciudad resiliente

Sierra Grande creció y se desarrolló particularmente alrededor de la mina de hierro, entre 1960 y 1990. Según el censo de ese año, llegó a tener 12.000 habitantes. Una década después, su población cayó a la mitad. ¿Qué pasó? En 1991, el gobierno de Carlos Menem resolvió cerrar la empresa minera Hipasam y Sierra nunca pudo recuperarse.

El turismo minero nunca se consolidó por los peligros inherentes; la concesión a los chinos tampoco cumplió las expectativas. Y todo lo demás quedó en promesas, desde una cárcel a una zona franca.

Por eso se entiende el escepticismo de sus habitantes: “hasta que no veamos concreciones, nos va a ser difícil creerlo”.

Esta tarde, a las 17 hs, el presidente Alberto Fernández y la gobernadora Arabela Carreras firmarán el convenio para la conformación de la zona franca de Sierra Grande.

Desde el gobierno rionegrino se espera con optimismo: los primeros trabajos pueden comenzar el año que viene; y se espera que a fines de 2024 ya esté en condiciones de realizar los primeros embarques.

 

15.000 puestos de trabajo

La población actual de Sierra Grande es de 7.500 pobladores, según el Censo de 2011. Los 15.000 trabajos directos anunciados por el proyecto duplica el total de la ciudad actual. Con un detalle: Sierra ha visto cómo sus hijos adolescentes y jóvenes emigran al terminar la secundaria, buscando mejores horizontes.

Además, una gran parte de la sociedad está conformada por jubilados y retirados de la antigua empresa Hipasam. Cuando empiecen a darse los primeros trabajos, ese panorama cambiará radicalmente. La ciudad deberá prepararse para los desafíos del crecimiento.

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