La durísima prueba de la 50 edición de la Vuelta de la Manzana se cobró tres pilotos barilochenses (solo uno de ellos reengancha). Carlos Bravo, navegado por Lucas Bravo, tuvo problemas en el segundo especial, quemaron la junta de tapa y tuvieron que desertar en el tercer especial, ya que el Chevrolet Corsa levantó temperatura y no pudieron continuar.

Otro que no tuvo un gran día fue Federico Goriziano: volcó, la misma gente lo dio vuelta, pero a los pocos metros cortó los espárragos de la maza de la rueda delantera izquierda y no pudo continuar con su Volkswagen Gol. Jonathan Bastidas también tuvo inconvenientes, cortó un precap de su Nissan March en la clase N2, pero pudieron solucionarlo y el domingo será de la partida en la segunda etapa.

Los cuatro barilochenses que pudieron terminar la etapa completa fueron todos de la clase N2. Miguel Radomich, navegado por Juan Garrafa a bordo de un Ford Ka de la N2, terminó en la novena posición. En tanto que Juan Pablo y Juan José Ferrado, a bordo de un Renault Clío de la clase N2, terminaron en la posición 21 en una prueba durísima. Los hermanos Abril culminaron en el puesto 23 con su Renault Clío. Oscar Simón y Nicolás Maggio llegaron en el puesto 32 de una de las clases más concurridas.
La prueba en la general fue ganada por Alejandro Cancio que voló por los caminos del Alto Valle rionegrino.