UN MONSTRUO EN LA LÍNEA SUR

| 07/10/2021

Su padrastro la mantuvo cautiva en un campo, la violó y la embarazó dos veces

Su padrastro la mantuvo cautiva en un campo, la violó y la embarazó dos veces
Foto ilustrativa. WEB
Foto ilustrativa. WEB

El aberrante hecho ocurrió sistemáticamente por más de una década. La mamá de la víctima nunca le creyó a pesar de las pruebas de ADN. Actualmente, los niños tienen más contacto con el abusador que con su madre.

Para una joven viedmense el infierno está en la Línea Sur. Con 10 años de edad, su mamá se puso en pareja y la llevó a vivir a un campo. Un año más tarde su padrastro reveló que en realidad era un monstruo.

La primera violación sucedió cuando la víctima tenía 11 años. Ese día su madre no estaba y esto fue aprovechado por el abusador que mediante la fuerza bruta se apoderó de su inocencia. La víctima esperó el regreso de su mamá y ni bien llegó le contó lo que le habían hecho, pero no le creyó; incluso recibió una cachetada.

A los 13 años tuvo su primer hijo y a los 15 el segundo. Ambos fueron concebidos producto de las múltiples y constantes violaciones por parte de su padrastro. Cuando tenía 20 años, con la ayuda de quien era su pareja en aquel momento, consiguió escapar hacia una ciudad de la provincia de Buenos Aires junto a su hija más pequeña.

Sin embargo, el abusador no iba a permitir que la damnificada escape y continuamente la amenazaba con el objetivo de que regrese a la Línea Sur con su pequeña. Ella trató de resistir, pero un día logró romper su voluntad con un recuerdo. Le preguntó si se acordaba cuando le había cortado los dedos al vecino frente a sus ojos y le prometió que eso le pasaría a su actual novio.

Para salvaguardar la vida de su compañero y la de sus hijos, decidió regresar al campo a pesar de que estaba embarazada. Ni bien llegó, su padrastro le puso un cuchillo en el cuello y la violó otra vez.

Pensó que su madre por fin vería que su pareja era una bestia y que ni siquiera le importó que se encontrase en proceso de gestación al momento de violentarla, pero tristemente la respuesta fue la misma. Incluso terminó encerrada en una habitación durante un largo tiempo.

Con 22 años pudo volver a escapar de aquel infierno y llegar hasta Viedma. Para poder salir del terror tuvo que hacerlo sola y dejó a sus hijos conviviendo con su victimario.

Tiempo después, luego de hablar con su madre, pactaron un encuentro. Sería en Ramos Mexía, sin la presencia del abusador, solo ellas y los niños. Cuando llegó se dio cuenta de que había sido engañada, pues se encontró solamente con el violador que no dejó pasar la oportunidad de someterla una vez más, le juró que no volvería a ver a los chiquitos y le permitió irse con la condición de que nunca más apareciera.

Actualmente, los hijos de la víctima conviven con su abuela y con quien ellos creen que es su abuelo, ya que desconocen totalmente que se trata de su padre; un monstruo que violó por 11 años a quien los llevó en el vientre.

El Estado intervino a través Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) y los niños quedaron a cargo de su tía materna, pero ella no pudo mantenerlos por lo que volvieron a residir en el campo. La causa se encuentra en trámite en la Fiscalía de San Antonio Oeste.

*Si vos o alguna mujer que conocés sufre violencia de género, podés llamar a la Línea 144, que brinda atención telefónica, anónima y gratuita, a mujeres víctimas de violencia de género.

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