El Ente de Desarrollo de la Cordillera, la empresa forestal estatal EMFORSA, Vialidad Rionegrina y el SPLIF se encargaron del embellecimiento en la ruta provincial 80. De esta manera, el camino al aeropuerto se convirtió en una zona destinada al esparcimiento y para el disfrute de los turistas que llegan a la ciudad. “En el lugar, ocho cuadrillas trabajaron en la poda y raleo para despejar unas 16 hectáreas con el objetivo de crear un espacio de esparcimiento y deporte para los vecinos de la ciudad”, indicó Pablo Zuccaro, presidente del Ente.

El titular del organismo refirió: “La pandemia significó una oportunidad para nosotros por la falta de vuelos, por el cierre del aeropuerto, eso hizo que pudiéramos intervenir sobre 80 y pico de árboles que estaban marcados, todo fue mucho mas fácil y barato, no hubo que cortar el tránsito, además el raleo de un árbol en forma entera salía mucho menos caro”.

A través del programa “Chocolate por la noticia” que se emite por El Cordillerano Radio (93.7), indicó: "Se trabajó en forma interinstitucional de modo tal que los distintos actores provinciales suministraban sus recursos, materiales y humanos, más la contratación de cuadrillas que se distribuyeron el trabajo. Por un lado, tiramos ese 80 y pico de árboles que ya estaban marcados y sobre todo el trabajo más importante fue el control vegetal del fuego, cortar todas las ramas para que en caso de la posibilidad de incendio se pueda hacer un trabajo efectivo” y agregó: “Todo ese ramerío, miles de metros cúbicos fueron chipeados o utilizados para generar leña. Entonces la tarea fue tirar árboles, después desramar, chipear todo ese volumen y a su vez coordinar los senderos adyacentes”.

Por otra parte, explicó: "El trabajo por acción del viento, del sol, se convirtió en algo permanente, durante todo este año estuvimos trabajando sobre las ramas que se caen, porque cuando caen nuevas ramas hay que chipearlas, es una obra de mantenimiento permanente. Además ese sendero de uso peatonal, con carteles que indican a cuánto se está del aeropuerto o de la ruta, donde la idea es hacer una senda, no de material, sí de un consolidado para hacer más amigable el medioambiente, que permite poder hacer ahí una bicisenda. Porque hay viajeros que vienen en avión con sus bicicletas y hay que darles la posibilidad de bajarse del avión rápidamente y usar su bicicleta”.

Por último, Pablo Zuccaro contó: "La idea fue emprolijar un bosque que estaba totalmente desmadrado, donde encontramos todo tipo de desperdicio, y convertirlo en un lugar amigable, en principio para todos los barilochenses porque son muchos los vecinos que transitan por allí, tanto caminando como en bici, además con el embellecimiento se logra seguridad y el disfrute de los turistas”.