Carlos Maizón es un poblador tradicional de Villa Mascardi. Allí nació, en 1944. Ahora ve con preocupación lo que sucede a su alrededor, pero el inconveniente que -en lo personal- le afecta no es en ese sitio, sino en El Foyel, donde cuenta que tiene un campo usurpado.

“No sólo tomaron lo mío, sino cuarenta y dos propiedades más, entre ellas una donde estaban construyendo una villa turística, y ahí se encuentra asentada gente de nacionalidad colombiana, en veinticinco casitas sin terminar”, explica.

“Yo los relaciono con miembros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)”, arriesga Maizón, quien participó en el “1° Foro Consenso Bariloche”.

Cuando se le consulta a qué se debe tal opinión, expresa: “Estas personas no hacen nada, ¿de qué viven? No tengo la certeza de que sean de la guerrilla colombiana, pero… Por eso pregunto si la policía de Río Negro o Gendarmería Nacional saben que están ahí, si los tienen identificados o no”.

Sobre la situación en Mascardi, señala: “Yo vivo al lado de la policía, en un lote chiquito, y no tuve problemas”.

Pero, más allá de eso, se muestra alarmado, y apunta que también observa un comportamiento guerrillero en la cuestión que se vive ahí.

Indica que, en su parecer, “trasladan gente por diversos sitios”.

“Donde hacen falta malandras, ahí los ponen”, afirma.