UNA OSCURA HISTORIA EN VIEDMA

| 23/08/2021

Alcón, recordado perro de búsqueda, fue embrujado antes de morir

Alcón, recordado perro de búsqueda, fue embrujado antes de morir

Hace dos años falleció Alcón, uno de los perros de búsquedas más importante en nuestro país, adiestrado por el viedmense Marcos Herrero.

Se destacaron sus labores en el crimen de Marito Salto un niño asesinado en el marco de un ritual satánico en Santiago del Estero; y fue clave en la recolección de pruebas para juzgar al asesino de Micaela Ortega, la niña de 12 años víctima de grooming en Bahía Blanca.

El aporte de Alcón, junto con otro perro llamado Duke fue vital en otros casos de resonancia como el de Araceli Fulles en Buenos Aires y Delfina Aciar en General Roca. 

Sin embargo, hasta hoy no se conocía una oscura historia detrás de su partida: se sospecha que lo embrujaron.

Herrero expresó al respecto: "A veces uno no quiere creer y está el dicho que hay brujas las hay. Después de que nosotros trabajamos y encontramos a Marito Salto, en lo que fue un ritual satánico y en la casa del brujo hicimos la pericia. Alcón encontró una habitación en la que estaba San La Muerte y había entre ocho y doce frascos con fetos, había un féretro con un cadáver negro y la habitación tenía tierra de cementerio".

Entre los detalles de horror, detalló que había maíz, dos platos con gallinas pigmeas degolladas, una foto de Marito y parte de los genitales del niño. "Después de un año y medio Alcón y Duke encontraron a los 12 Apóstoles, que así se llamaba esta secta, y cuando estábamos en el último allanamiento se detuvo a una persona, se la sentó en un lugar y no se la esposó. Y cuando estábamos saliendo vi que sacó una bolsita, sacó un polvo y me tiró y me dijo 'Vos y el perro van a morir reventados'".

"Uno lo toma como esa circunstancia, después vi que había sangre de cementerio, vi que habían cruces invertidas, vi que habían patas de gallinas colgadas, huesos humanos y dos meses después de todo lo que pasó en Santiago del Estero fue que el perro empezó a andar mal", explicó.

Añadió a su relato: "El perro de golpe empezó a bajar de peso, lo llevé a varios veterinarios reconocidos. Walter Sábado me dijo que podía ser algo neuronal porque los ovejeros alemanes tienen displasia o tienen problemas en el cerebro, podía ser algo digestivo o hepático, le hicimos placa y le hicimos una dieta especial. Anduvo bien diez días, nuevamente empezó mal y ya después no quería caminar".

En el medio también padeció sangrado al hacer caca y vómitos con sangre.

Lo volvió a llevar a un veterinario, le diagnosticaron insuficiencia renal, y al final dejó de sufrir cuando falleció. Fue tras tres meses de esa presunta brujería.

Fue enterrado en su casa, con todas sus cosas, y quedó inmortalizado en una canción titulada "El Perro de Dios".

 

Caso de Marito

 

El chico de 11 años asesinado y descuartizado en la ciudad santiagueña de Quimilí durante un rito satánico, fue raptado el 31 de mayo de 2016 cuando iba a pescar a la represa.

Bajo el cargo de autor intelectual y mediato del crimen está detenido y acusado Miguel "el Brujo" Jiménez, mientras que Ramón Rodríguez, Daniel Sosa, Pablo Ramírez y Rodolfo Sequeira son considerados partícipes necesarios y también están presos.

En libertad, pero imputados como partícipes secundarios, están Ramón Enrique Ocaranza, Daniel Gastón Ocaranza, Miguel Ángel María Jiménez -hijo del presunto autor primario-, María Eugenia Montes, Gustavo Hernández y Arminda Díaz, entonces pareja del Brujo Jiménez y directora y docente de una escuela de Quimilí.

Según surge de la acusación fiscal, Marito fue raptado para ser sacrificado en un rito satánico orquestado por Jiménez y llevado a cabo por el resto de los imputados.

En ese contexto, el niño fue abusado sexualmente, asesinado y luego descuartizado.

"Marito salió a la hora de la siesta con su bicicleta y su caña de pescar hasta la represa, a pocas cuadras de su casa, y jamás volvió", recordó su tía, Marta Salto.

"Pasaron las horas y cuando vimos que no regresaba fuimos a hacer la denuncia policial. Con la ayuda de todo el pueblo buscamos en la represa; Marito no sabía nadar. Fue en vano, el jueves a la mañana nos despertamos con la noticia de que habían encontrado un cuerpo en un descampado cercano a la ciudad, con aparentes signos de tortura", agregó.

El crimen conmocionó a los 24.000 habitantes de Quimilí, que aquel mismo día realizaron una masiva marcha bajo la consigna: "Justicia ya. Cuando nos tocaron a Marito nos tocaron a todos".

"A mi hijo no me lo van a devolver con vida, pero que detengan a los asesinos y quiero justicia para él", pidió ese día Mario Salto, padre del niño, quien desde entonces todos los años encabeza las convocatorias para recordar a su hijo y para exigir que los culpables paguen por lo que le hicieron al chico.

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