Luego de quedar eliminados de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro en la tanda de penales (1-3), los jugadores de Boca y varios dirigentes terminaron en un enfrentamiento con la Policía de Brasil camino al vestuario.

La tensión arrancó dentro de la cancha y en medio del partido, cuando apoyado en el VAR, el árbitro uruguayo Esteban Ostojich decidió anular un gol del defensor Marcelo Weigandt por una presunta posición adelantada de Diego González en el inicio de la jugada.

Con la eliminación de Boca en la tanda de penales, todo se trasladó a la zona de vestuario del Mineirao en donde algunos los jugadores del Xeneize se cruzaron con personal de seguridad del Mineiro, En ese enfrentamiento hubo piñas, volaron vallas de contención e incluso intentaron atacarse con un matafuego.

Luego intervinieron en el incidente los efectivos brasileños, quienes terminaron reprimiendo con gases lacrimógenos a los jugadores e integrantes de la dirigencia del equipo argentino. De hecho, algunos jugadores terminaron descompuestos y debieron alejarse de la zona de vestuario y se esperar dentro del campo de juego.

La Policía de Brasil intentó llevarse detenidos a los jugadores de Boca Sebastián Villa y Carlos Zambrano y el mensaje desde adentro era "o nos vamos todos, o no se va nadie". Luego de una negociación entre la dirigencia del elenco argentino y la policía, algunos jugadores xeneizes y dirigentes debieron presentarse en una comisaría cercana al estadio Mineirao para declarar sobre el hecho en cuestión. 

Fuentes afirman que hay ocho integrantes de la delegación del conjunto argentino que fueron imputados por la Policía.