El servicio del transporte urbano se convirtió en un complejo problema para cualquier gobierno local en el interior del país. Y la pandemia agudizó las dificultades para arribar a una ecuación sostenible. 

En General Roca, por ejemplo, la crisis que comenzó con el COVID-19 hizo que la empresa 18 de Mayo diera un paso al costado antes de la firma del acuerdo con el municipio. Y entonces una cooperativa -promovida por la UTA y los choferes y trabajadores que se quedaron sin empleo- se transformó en una solución concreta. El 23 de julio cumplirá un año de este nuevo esquema. 

El concejal de Juntos Somos Río Negro, Gustavo Maida, aclaró que la Cooperativa 1° de Septiembre comenzó con la idea de brindar un servicio de contingencia aunque se consolidó con el paso del tiempo. El tema central -aseguró Maida- es el aporte del municipio. 

“Se va a sostener siempre y cuando reciba ayuda, el gobierno local va a tener que subsidiarla. No es viable sin su apoyo”, comentó. Hoy recibe subsidios del gobierno provincial y nacional. 

El Concejo Deliberante de General Roca aprobó el 12 de julio un aumento del 32%, luego de dos años de mantener los mismos valores. Ahora el tramo inicial pasó de 34 a 45 pesos.

Recordó que el tiempo que pasó hasta que se constituyó la cooperativa fue angustiante para los trabajadores. Pasaron 100 días sin trabajar, y la ciudad sin transporte. El concejal aclaró que la cooperativa funciona como tal en la administración, aunque -por ejemplo- contrata a los choferes. Hoy utilizan 8 unidades solamente, aunque se aclaró desde el municipio que serán 11 las líneas. 

Durante julio se dieron dos pasos muy importantes para la consolidación de esta forma de gestión. Primero la empresa 18 de Mayo transfirió 14 colectivos a la Cooperativa y la semana pasada se concretó el paso del personal.