La salud del corazón en relación a la situación que atraviesan las personas que contraen COVID-19. Qué sucede con los pacientes que son dados de alta y la incidencia del pos-coronavirus. Temas que explicó el cardiólogo Fernando Nazzetta.

El médico, que desarrolla su profesión, principalmente, en el Hospital Zonal, dijo que “la información que tenemos comparando con otras enfermedades es relativamente poca, vamos viendo a medida que va pasando el tiempo en cuanto a diferentes tipos de afecciones, en el mediano y corto plazo y de a poco vamos viendo las consecuencias que van sucediendo a largo plazo”.

El facultativo señaló además que “a principios del año pasado lo que veíamos eran todas las afectaciones agudas, en un bajo porcentaje en los casos moderados y en un buen porcentaje en los casos graves que hacían afecciones importantes y a la muerte de los pacientes. Ahora estamos viendo más afecciones a mediano y largo plazo, relativamente son benignas, pero hay que seguirlas, como parte del seguimiento de la enfermedad”.

A través del programa “Chocolate por la noticia” que se emite por El Cordillerano Radio (93.7) mencionó que “cuando uno se refiere a antecedentes de enfermedades cardíacas, uno se refiere a enfermedad isquémica y otros tipos de enfermedades, que es distinta a lo que da la posinfección del COVID-19. Básicamente lo que puede generar en el corazón el COVID-19 es una miocarditis, que es una enfermedad similar a lo que vemos en una virosis isquémica de la que veníamos tratando antes, de toda la vida. Relativamente en un porcentaje bajo y que pueden llevar a distintos grados de alteraciones”.

Consultado sobre cómo influye el sedentarismo, refirió que “en ese punto es donde se mezclan los síntomas, se mezclan todas las cosas que le pasan a una persona que tuvo COVID o que piensa que lo pudo haber tenido y se siente con leves síntomas al retomar la actividad, una persona que estuvo un año quieta, sin hacer ejercicio porque no salió de la casa y que antes no hacía mucho ejercicio y que ahora lo haga va a sentir mayor falta de aire que antes. La consulta habitual suele venir por esos síntomas y uno no sabe si esas alteraciones son por el COVID o si es por una no habitualidad a los ejercicios, por no haber realizado actividad física por mucho tiempo”.

Sostuvo el médico que en Bariloche “trabajé bastante en terapia intensiva, cambió la edad de las personas que vienen a realizar consultas y principalmente los síntomas. Actualmente el consultorio lo tengo con más de la mitad de gente que viene en pos-COVID, con esos síntomas que dijimos, con esta problemática leve, falta el aire al querer hacer cosas y notan que no es lo mismo que antes. Uno tiene que descartar que no existe una secuela cardiogénica después del COVID. En la mayoría de los casos estos síntomas ceden a los 60 días, aunque se dieron casos más prolongados”.

Cómo juega el sedentarismo, la ansiedad y la alimentación, sostuvo al respecto que “es un combo tremendo porque, están las personas que empezaron a trabajar desde sus casas y la actividad física que tomaban como habitual, por ejemplo caminar hasta el trabajo unas 20 cuadras, ya no lo hacen más, el relativo orden que tenían en las comidas ya no la tienen más porque están en la casa al lado de la heladera y comen, se encuentran que después de un año vienen con 15 kilos más y todo eso si no se revierte va a traer problemas”.

Además a “eso hay que sumarle que el sistema de salud se abocó mucho al COVID, por la demanda, y las enfermedades cardiovasculares como otro tipo de enfermedades que necesitan seguimiento y diagnóstico temprano, quedaron un poco relajadas, entonces se llega más tarde a esas cosas. La gente en vez de consultar inmediatamente ante algún síntoma, consulta a los dos meses, tres meses, nueve meses, y ya no es lo mismo agarrar una patología con un mes de avance que casi con un año. Es muy difícil dar a conocer una recomendación, hay situaciones que se dieron en todo el mundo por la pandemia, la gente consulta más tarde en las patologías crónicas”.

Por otra parte refirió que “todo el mundo sabe que tiene que comer bien, todo el mundo sabe que tiene que hacer ejercicio, pero la gente no lo hace. Todo esto es mucho más complejo, todo el mundo sabe que está mal fumar, que comer mal y subir de peso no está bien, pero cuesta mucho hacer las cosas bien. La gente que va al consultorio y me pregunta qué deben hacer, yo les digo todas las cosas que ya saben, no hay nada nuevo en todo esto, es difícil, el convencimiento le dura hasta el momento en que llega la cena, el paciente llega el momento en que le ponen una pizza adelante y se olvida de todo lo que charlamos y en la próxima consulta vemos”.

Por último, Fernando Nazzetta señaló que “todas las cosas que llevan al deterioro de la salud de la persona, la gente ya las conoce y no está mal que se haga hincapié en todo eso, como trabajadores de la salud debemos reforzar todo eso. Vemos afecciones cardíacas, gracias a Dios no fueron graves, pericarditis, principalmente, casos de miocarditis, no acá, cuando estaba en Buenos Aires, pero salvo un caso de una chica joven que requirió bastante intervención médica, prolongada y después mejoró, afortunadamente los casos graves no son tan frecuentes, por lo menos en mi caso”.