Tasha King llevaba ocho años trabajando en un comercio cuando decidió tomar nuevos rumbos profesionales e ideó un original plan para comunicarlo.

Una mujer renunció a su trabajo con una estrategia singular. En lugar de pedirle a su jefe una reunión para contarle los motivos de su decisión, optó por cocinarle una torta sobre la que escribió un mensaje de despedida. “Lo siento por tu pérdida, que soy yo. Renuncio”, dibujó sobre el postre.

Tasha King es oriunda de York, en el noreste de Inglaterra, y lleva ocho años trabajando en un comercio minorista. En los últimos días definió que, después de casi una década, era momento de hacer un cambio profesional. Por eso se dispuso a abandonar su empleo fijo para convertirse en pastelera a tiempo completo.

La elección de la torta tuvo varios fines. Por un lado, tomar con humor un anuncio que suele ser amargo para un empleador. Por el otro, demostrar la pasión que la llevaba a abandonar su puesto.

Ahora, Tasha comenzó Valkyrie Cakes, su propio negocio de pastelería. “En realidad, nunca tuve la intención de ser mi propia jefa, no tenía nada planeado. Pero estoy contenta por el éxito de mi emprendimiento”.