Ítalo Paredes era un referente del deporte comunitario en San Martín de los Andes. Falleció el miércoles en el hospital local.

Hay personas a las que no les importan las circunstancias de vida que les toca atravesar para proyectarse y ser felices. Hay quienes le hacen frente y avanzan firmes contra la corriente, a pesar de estar en medio de una tormenta sin ninguna puerta visible de escape. Ítalo Emanuel Paredes era de esa clase, porque todos los días transmitía ganas de vivir. Por eso, su reciente fallecimiento a causa del covid, a los 33 años, conmueve a todo San Martín de los Andes.

Claudio Calozo es amigo de Ítalo desde hace más de 15 años. En realidad, su hermano Diego Calozo es su íntimo amigo de toda la vida, desde el Jardín, pero todavía no puede hablar. La familia de Ítalo tampoco puede. Y Claudio está quebrado, asombrado, todavía en shock. "Es algo que no podemos creer", repite, en diálogo con LM Neuquén.

Ítalo estuvo once años de su vida esperando por un trasplante de riñón. Mientras tanto, debía hacerse diálisis tres o cuatro veces por semana y acarreaba otros problemas de salud. "Su situación antes era muy complicada porque él se quebraba muy fácil, a veces andaba en silla de ruedas, siempre estaba acompañado por su madre", cuenta Claudio.

Su calidad de vida mejoró cuando por fin llegó el trasplante y, aunque aún tenía algunas complicaciones, nada le quitaba las ganas de seguir adelante. "A los meses de ser trasplantado lo veíamos boxeando. Tenía unas ganas de vivir tremendas", recuerda su amigo, con quien también compartía la pasión por la música (Claudio tiene una radio donde Ítalo tuvo su propio programa) y el fútbol. De hecho, la última vez que hablaron fue mientras se jugaba el superclásico Boca-River, el pasado 16 de mayo, cuando supone que ya estaba contagiado de coronavirus, ya que "dijo que se sentía mal y tenía tos".

Después, Claudio se enteró del agravamiento de su cuadro: debieron internarlo en terapia intensiva del hospital Ramón Carrillo. Con el correr de los días, disminuyó su capacidad respiratoria. Pero apenas tres o cuatro días antes de su fallecimiento, Ítalo parecía mostrar una mejoría y la situación ilusionó a todo su entorno. "Un día se despertó, pidió escuchar música, lo bañaron y lo afeitaron. Pero a los días tuvo una falla multiorgánica y no la pudo soportar", cuenta.

"No fue una persona que se entregaba. Él se fue con ganas de vivir y eso es lo que más duele", reitera Claudio. Y lo describe todavía con la voz quebrada: "Era muy querido, muy sencillo, muy querido por la gente más humilde, un tipazo con todas las letras, la gente lo admiraba porque no paraba de luchar". Es que Ítalo, a pesar de algunas dificultades que a veces tenía para trasladarse, era entrenador de fútbol comunitario en los Infantiles de Chacra, del Club Chacarita, en una tarea que desarrollaba de forma solidaria y por amor al deporte.

"Nos dejaste hermosas enseñanzas, valores y sobre todo mucho cariño tanto para los chicos como a nosotros los directivos y padres. Se que desde arriba vas a seguir ayudándonos a dirigir a gritar cada jugada te vamos a recordar por lo que fuistes sos y seguirás siendo un luchador con toda las letras (sic)", lo despidieron desde el club.

Aunque Ítalo era fanático de Boca, su pasión por el fútbol trascendía las fronteras argentinas. También era hincha del Club Atlético Higueritas, de Colonia, Uruguay, desde donde también lo despidieron tras conocer su fallecimiento.

"Le puso tanto esfuerzo a la vida, se trasplantó y cuando comenzó a mejorar le agarró este virus y lamentablemente se lo llevó. Es una cosa que uno no lo puede creer. Tenía muchas ganas de vivir", dice Claudio.

Es la primera muerte por covid que a Claudio le toca tan de cerca, aunque conoció otros casos de gente en San Martín de los Andes, ya que allá "se conocen todos".

"Hay gente que todavía no lo entiende y que no está respetando las normas básicas, de barbijo, distancia y alcohol en gel. Se nota que este año es peor que el año anterior por la cantidad de personas que se fueron. Acá somos todos conocidos y la verdad que impacta mucho", reconoció Claudio. Y aunque a nivel provincial hay un descenso en los contagios de coronavirus, el respiro todavía no llega a las camas de terapia intensiva, que se mantienen con un 100% de ocupación. (Fuente: Ailín Trepiana para La Mañana de Neuquén)