“Esto va de mal en peor”, sostuvo Gonzalo Villarreal, poblador de una de las zonas afectadas por el fuego en Lago Puelo, quien se acercó, junto a otros vecinos, a la Municipalidad del lugar para protestar por la carencia de respuestas en torno a cuestiones que, a más de tres meses de los incendios, continúan siendo un problema en algunos sectores, como la falta de servicios.

Cabe recordar que el lunes se inició el reclamo donde varios habitantes se apostaron durante horas en las puertas del Palacio Comunal, situación que se repitió el martes y se prevé que siga el miércoles, con una olla popular.

“Después de tres meses de la tragedia, no recibimos ninguna solución. Los barrios siguen sin luz, sin agua, ni accesibilidad en las calles. Nación mandó un dinero que no se ve reflejado en nada, porque no se entregaron herramientas ni materiales. Más que dádivas, como viandas recalentadas, no hemos recibido ninguna cosa”, afirmó Villarreal.

“Por eso vinimos, y protestaremos por tiempo indeterminado, hasta que nos den una respuesta concreta”, añadió.

“Hasta ahora se han hecho solo dos o tres módulos habitacionales, que, además, son de malísima calidad”, consideró.

Villarreal, durante la protesta.

“Hubo muchas donaciones que vinieron de diversas partes del país, pero todo eso desapareció… A mí no me dieron ni una bolsa de clavos”, sostuvo Villarreal.

Sobre el intendente, Augusto Sánchez, declaró: “Hace oídos sordos, asiente con la cabeza y nada más”.

En cuanto a la actitud del gobierno de Chubut, su reacción fue aún más contundente: “No ha hecho absolutamente nada”, aseveró.

Villarreal tenía su vivienda en Ecoaldea, uno de los barrios más afectados por las llamas.

En su caso, el daño fue total.

Por tal motivo, al igual que otros en su posición, obtuvo del municipio la ayuda del alquiler de un lugar para vivir durante un tiempo, hasta que se implementaran otros sitios para residir.

“Eso era por cuatro meses, de los cuales ya pasaron más de dos, y todavía no hay noticias de los módulos. ¿Adónde vamos a ir cuando dejen de pagar el lugar que nos dieron? Tenemos miedo, porque ahora dicen que se están quedando sin plata”, manifestó.

“Tengo una mezcla de bronca, angustia e incertidumbre”, concluyó.

Castañeda, a la izquierda, durante la protesta, ataviado con los colores patrios.

Julio Castañeda, en tanto, quien el lunes y el martes estuvo encadenado en las puertas del municipio, indicó que los días que siguen continuará con la medida, aunque reconoció que, en su caso, tras esta protesta, había conseguido que se comenzara a trabajar en la llegada de agua al sitio donde vive: la denominada Parcela 26.

Incluso, obtuvo la promesa de que tres geólogos irán el viernes al lugar para determinar qué viviendas podrán continuar en ese sitio y cuáles no, ya que, anteriormente, esos mismos profesionales habían expuesto que, tras el fuego, existe riesgo de derrumbe.

“Pero voy a seguir encadenándome, por solidaridad con los compañeros, para que todos los reclamos sean atendidos”, afirmó Castañeda.