La presidenta del bloque de concejales del Frente de Todos, Julieta Wallace, se mostró crítica del Plan de Transformación del Transporte Urbano de Pasajeros que presentó el gobierno municipal ante el cuerpo legislativo en pleno.

“Fue un diagnóstico súper conocido. Luego de cinco años de gestión de gobierno de Gennuso, la etapa de diagnóstico está claramente agotada. Es un sistema deficiente y que no brinda calidad en el servicio. A partir de ahí, se hicieron ciertas propuestas, como el cambio de frecuencias y recorridos. Hay algunas cuestiones para destacar, como los rondines, las frecuencias de lazos, nuevas líneas para acceder a diferentes puntos. Pero hay una contradicción en relación a las garitas de colectivos, porque actualmente se están colocando nuevas garitas y no se ajustan a los nuevos recorridos que se están proponiendo. Eso aparece como una cuestión desprolija por parte del Ejecutivo de no prever estas situaciones”, opinó la edil en diálogo con El Cordillerano.

Respecto del financiamiento del programa planteado por la Comuna, la dirigente consideró que “rondaría unos 900 millones de pesos, porque implica diversas obras de infraestructura y pavimento. Para algunas cosas se necesita dinero. Para otras no, es solo comunicación y consensos, además de bajar la información a los distintos barrios como para que vayan adoptando los cambios de recorrido”.

“La gran pregunta es de dónde van a salir los 900 millones y lo llamativo, es que el Ejecutivo vuelve a la carga con estos proyectos presentados en diciembre y que quisieron aprobarse a las apuradas. El más polémico es el que crea una tasa, que impactaría en 75 centavos por litro de combustible. Esto tiene inconvenientes de orden jurídico por una doble imposición, ya que los combustibles ya están gravados a nivel nacional”, continuó la concejala.

Y añadió: “Creemos que no es momento de seguir cargando a la gente con mayores tasas, ya la Municipalidad tiene muchas tasas. Cobra un montón de derechos de distintos aspectos. Y debe ser un sistema autosustentable”.

“Si la tarifa se va a $94, más este importe a los combustibles, estamos viendo que quien va a sostener todo el sistema somos los usuarios y los ciudadanos de Bariloche en general. Creemos que hay que pensar al revés, que más allá de las frecuencias y recorridos que sí se pueden implementar, hay que hacer una revisión de los costos, una auditoría a los costos que presenta la empresa, que no son nada claros. Y pensar en un plan de contingencia, porque esta gestión, más allá que el servicio público continúa, se retira en dos años”, evaluó Wallace.

Opinó además, que “la relación que existe entre el Ejecutivo, básicamente el intendente Gustavo Gennuso, y la empresa Mi Bus, ha sido muy amigable. El Ejecutivo no se ha puesto en titular del poder concedente que ostenta ni en defensa de los distintos usuarios. La relación siempre fue muy amena con la empresa, cuando hay cuestiones de incumplimiento del contrato que deberían analizarse y que de allí surja otro tipo de relación, en donde pueda ser más equitativo el esfuerzo que hagan los distintos actores fundamentales que hoy brindan el servicio de transporte urbano”.

“Gennuso propone que este plan se financie con dinero de todos los barilochenses. Entonces, primero debería bregar por el fiel cumplimiento del contrato y luego analizar si con eso no alcanza. Para sus dos años que le quedan de gestión, debería armarse un plan de contingencia específico, donde puedan analizarse diversas variables. Incluso, podría analizarse otro sistema de transporte como combis que puedan hacer rondines en los barrios, con autos como taxis y remises y con una tarifa diferenciada”, concluyó.