Con motivo del Día de la Donación de Sangre, creado como reconocimiento a las personas donantes y con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de la donación voluntaria, Miguel Da Encarnacao, técnico en Hemoterapia del Hospital Zonal desde 2008, participó en “Mano y contramano” por El Cordillerano Radio (93.7). “Nosotros apuntamos a tener dadores voluntarios y altruistas a repetición, donantes que vuelvan, que se sientan bien atendidos, que no se sientan incómodos, que pierdan los miedos y este temor a los mitos que por ahí rondan en torno a la donación de sangre”, expresó.

Puede hacerlo cualquier persona sana, de entre 18 y 75 años, sin turno previo, con el DNI y con ayuno solamente de lácteos y grasas, de lunes a viernes, de 8.30 a 10.30, un horario especial para dadores. El banco de sangre funciona en el Servicio de Hemoterapia y Hematología del Hospital Zonal. Todo el trámite dura quince minutos y después se puede seguir la vida normal, según explicó. Además aclaró que una persona que se vacunó de COVID, con cualquiera de las vacunas, actualmente tiene que esperar 72 horas para presentarse a donar.

Con respecto al procedimiento, “se llena una planilla, que está diseñada para proteger tanto a la persona que está donando sangre como a la que va a recibir; o sea que es sumamente importante que se haga”, resaltó el profesional. “Luego la persona pasa a una sala de donación donde se le conecta a una unidad que es descartable y estéril que se abre frente al donante. Esa persona dona una unidad que no supera los 400 o 450 mililitros totales de sangre”. Luego puede continuar con su vida normal, y se le da algunos consejos: que tome mucho líquido y que cuide el brazo de extracción porque puede sangrar. También se les recuerda que para la siguiente donación tienen que dejar pasar por lo menos dos meses, según estipula la ley.

Después, la sangre recorre un camino interno en el laboratorio. “La unidad sigue un circuito donde se la maneja con máxima precaución, se la clasifica y luego se le hace estudios serológicos, en que se estudia para todas las enfermedades transmisibles por transfusión”.

Aparte de analizarla y clasificarla, esa unidad de sangre se divide en subproductos. “Hacemos entre tres y cuatro productos de una sola unidad. Tenemos glóbulos rojos, plaquetas, plasma y otro derivado del plasma que se llama crioprecipitado que lo usamos para unos pacientes muy puntuales con trastornos de coagulación. Luego se almacenan, necesitan un almacenamiento especial; hasta que llegan al paciente”.

Con respecto al efecto en la persona donante, explicó que “la sangre se está renovando todo el tiempo” y que, al donar, “lo que el cuerpo detecta es que le hacen falta más células y en el transcurso de los días, esas células se van renovando más rápidamente de lo que harían habitualmente”. También destacó que no hay que estar en ayunas. “Es muy importante. Tienen que venir bien desayunados, con mucho líquido. Lo único que tienen que evitar son los lácteos -los derivados de la leche- y cualquier producto que contenga mucha cantidad de grasa”.

Explicó que si bien “el mundo está tendiendo a utilizar dadores altruistas, que se presentan espontáneamente y donan”, la mayor parte de las donaciones provienen de “dadores de reposición”. “Si sabemos que hay una persona que va a tener una intervención o tuvo un accidente, y usamos sangre, necesitamos reponer esas unidades, o según la cirugía, una cantidad de dadores, esos se llama ‘dadores de reposición’”. También mencionó estudios que indican que si un tres por ciento de la población se acercara a donar espontáneamente, no haría falta pedir dadores de reposición.

Por otro lado, consultado por la situación de la donación durante la pandemia, en que las personas pueden tener temor de ponerse en riesgo en un centro hospitalario, contó que recurrieron a colectas externas. “Se citaba con un horario, en un lugar extrahospitalario, para que no tuvieran que ingresar a un hospital. Tuvimos muy buena respuesta de la sociedad y se pudo paliar bastante bien la necesidad de unidades”.

Quien dona sangre, destacó, colabora con los pacientes de toda la región. “Vienen muchos pacientes de la zona y a veces es difícil que puedan conseguir dadores”. Como festejo y para difundir la necesidad de donantes espontáneos, se propuso compartir la jornada de concientización con dibujos que las escuelas van a ir enviando durante la semana. “Mucho arte en la puerta del servicio, así que estamos contentos”.