En una audiencia de control de acusación que presidió la jueza Romina Martini, la fiscal Betiana Cendón pidió la apertura de la instancia de juicio oral y adelantó que va por el máximo de pena posible de acuerdo a la calificación legal del hecho. Vázquez seguirá con prisión preventiva domiciliaria.

Sergio Matías Vázquez participó desde su hogar, en el que se encuentra cumpliendo prisión preventiva domiciliaria, de la audiencia de control de acusación que presidió la jueza Romina Martini. El sujeto, de 40 años, enfrentará un juicio oral y público bajo el cargo de homicidio culposo agravado, por el hecho ocurrido en febrero de este año.

La fiscalía brindó una detallada descripción de todas las tareas de investigación que se desplegaron a partir del trágico suceso y demostró la gravedad de la conducta de Vázquez al momento del hecho, como así también una pluralidad de constancias que así lo acreditan.

Luis Caro y Verónica Salinas, los padres de Lucas, se constituyeron como querellantes en el caso con el patrocino del abogado Raúl Ochoa, quien en honor a la brevedad adhirió en todo a la manifestación de la fiscal.

Álvarez Guerrero manifestó que las formalidades estaban cumplidas y no manifestó objeciones al planteo fiscal. Martín Pastoriza, es codefensor.

La fiscalía realizó un pormenorizado detalle de las pruebas que colectó a lo largo de la investigación penal preparatoria, requiriendo la citación de más de cuarenta testigos para la etapa de juicio oral e inclusive adelantó que al menos uno de ellos será citado también en caso de corresponder, para la etapa de cesura.

Narró que en función de la prueba colectada se puede determinar que Vázquez participaba de un cumpleaños en un camping ubicado a la altura del kilómetro 14,900 de la Avenida Bustillo. En ese encuentro, estuvo al menos desde las 16 horas del día del hecho, ingiriendo bebidas alcohólicas.

Entre las testimoniales convocadas, se destacan los de tres personas que se presentaron espontáneamente en la fiscalía, a partir de la repercusión pública que tomó el hecho. Se trata de tres conductores que viajaban en sus automóviles, detrás de Vázquez y que venían observando en el tránsito previo ciertas maniobras temerarias del conductor imputado. También sobresalen funcionarios municipales en la lista.

La defensa de Vázquez apenas intentó introducir algunos testimonios para la etapa de juicio, aunque en su mayoría fueron rechazados porque no realizó la tarea de investigación en la etapa pertinente. De lo manifestado por la defensa, se desprende que intentará introducir que el acusado padece algún tipo de enfermedad en su visión.

Vázquez está acusado por el homicidio culposo agravado de Lucas Caro, a quien atropelló y mató mientras conducía un vehículo marca Subaru, a la altura del kilómetro 9,500 de la Avenida Bustillo.

Según los elementos que pudo colectar la parte acusatoria, el acusado conducía bajo los efectos de una intoxicación alcohólica y con exceso de velocidad, por lo que se le atribuyó una conducta temeraria, imprudente, negligente y antirreglamentaria, mientras marchaba al volante de su automóvil.

Las pericias realizadas en el marco de la investigación, determinaron que Vázquez tenía al momento del hecho al menos 1,52 gramos de alcohol por litro de sangre -el triple de lo permitido- y circulaba a unos 110 kilómetros por hora, velocidad que superaba en más de 40 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en el lugar.

En esas condiciones, perdió el control del rodado que conducía, invadió la banquina en forma intempestiva y arrolló al joven Caro que circulaba correctamente por la misma y le ocasionó la muerte de manera instantánea a causa de las severas lesiones de cráneo y pulmonares que derivaron del golpe.

El perito Néstor Vidal, aseveró que no había ningún obstáculo en la zona del siniestro para que el conductor del vehículo pudiera observar a Caro, su novia y la madre de ésta, que caminaban por el lugar. Y además, sostuvo que luego del primer impacto con la parte frontal de la carrocería, el cuerpo de Lucas pegó en el parabrisas, por lo que no existían posibilidades de que Vázquez no hubiese observado que acababa de atropellar a una persona. No obstante, el acusado escapó de la escena y se refugió en su domicilio para descansar, como si nada hubiera pasado.

La pesquisa para encontrar el automóvil involucrado y al conductor, acabó en horas de la mañana, cuando la policía divisó el vehículo marca Subaru estacionado frente al domicilio del Vázquez, a centenares de metros de distancia del lugar del hecho. El vehículo tenía daños en su parte frontal y el parabrisas, pero además le faltaba uno de los espejos retrovisores -pieza que había quedado en la escena del siniestro- y como corolario, tenía restos de tela incrustados entre los fierros retorcidos, que pertenecían a la vestimenta que aquel día llevaba Lucas Caro.

En la noche del siniestro, Vázquez participó de una fiesta de cumpleaños en un camping ubicado en el kilómetro 14,900 de la Avenida Bustillo y no escatimó a la hora de ingerir bebidas alcohólicas. Luego se sentó frente al volante de su vehículo e ignoró las consecuencias de su accionar.

El conductor del rodado continuó su recorrida como si nada hubiera pasado y se fue a descansar. Varias horas después, cuando la policía halló su automóvil estacionado frente al domicilio en el que reside, se presentó descaradamente pretendiendo subirse al vehículo y retirarse del lugar.

Tras ser demorado, alrededor de las diez de la mañana fue sometido a un test de alcoholemia. El resultado, a más de diez horas del hecho provocado por su negligencia, arrojó positivo: 0,52 gramos de alcohol por litro de sangre. Se ordenaron pericias a especialistas para conocer la curva de intoxicación e intentar establecer, aunque sea de forma aproximada, la cantidad de alcohol en sangre que habría tenido al momento del hecho.