Se trata de un femicidio ocurrido en marzo 2018. El atacante la llevó al hospital y quiso simular un accidente. Florencia Velázquez tenía 23 años y agonizó durante dos días.

El femicida fue condenado a prisión perpetua por rociar con alcohol y prender fuego a su pareja durante una discusión ocurrida en marzo del 2018 en una casa de la localidad bonaerense de Pontevedra, partido de Merlo.

Asimismo, el fallo fue por unanimidad del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 6 de Morón, y recayó sobre Leonardo Bladimir Cabral, de 23 años, por el delito de “homicidio agravado por resultar la víctima con quien mantenía una relación de pareja”, en perjuicio de Florencia Velázquez.

En la sentencia de 56 páginas, se descartó la hipótesis de la defensa del ahora condenado, que había argumentado que no había “certeza” en cuanto a la mecánica del hecho y que todo estaba basado “en presunciones”, por lo que sostuvo que la propia víctima se prendió fuego.

“Si el derrame (del alcohol) hubiera sido desde la cabeza, habría una mayor impronta en la misma y en los hombros y no estaría tan afectado el pecho -como lo es en el caso-”, afirmó el TOC 6.

Los magistrados tuvieron en cuenta los informes efectuados por la División Investigación Pericial de la Superintendencia Federal de Bomberos y el testimonio de uno de los expertos que dilucidaron las “múltiples contradicciones” en el relato de la defensa. Además, el Tribunal recordó las pericias psiquiátricas que determinaron que el joven era “proclive a la violencia que puede ser un exabrupto o hasta un homicidio”.

”El imputado posee una manera más impulsiva respecto a otras personas, denotando signos de irritación y agresividad, evidenciándose también una marcada tendencia a descalificar a la que fuera su pareja”, indicó el fallo.

El asesinato y la agonía de Florencia

La joven de 23 años entró al hospital Eva Perón con el 80 por ciento del cuerpo quemado. Leonel Cabral, quien era su novio hasta ese momento, la había rociado con alcohol durante una pelea. Después de 48 horas murió por la gravedad de sus heridas.

El día del ataque Cabral le había recriminado “la mala calidad” de las empanadas que le había cocinado y, en medio de la pelea, la prendió fuego. Él mismo fue quien la llevó entonces al hospital, no sin antes advertirle que dijera que se trató “de un accidente”.

Pero la mentira no convenció a nadie y el hombre quedó detenido, acusado de “homicidio en grado de tentativa y violencia de género”. Más tarde, la familia de Florencia dijo a los medios que Cabral era violento y que tenía antecedentes de golpeador.