Ayer domingo por la tarde, el niño de diez años iba en bicicleta con su familia, en el barrio Nahuel Malal, cuando fue sorprendido por un perro suelto que quiso morderle la pierna, perdió el equilibrio y se golpeó contra un poste de luz. Aunque tenía casco, sufrió importantes lesiones en el rostro. Débora Bustos Williams, la mamá, contó lo sucedido en “Mano y contramano”, por El Cordillerano Radio (93.7).

“Perdió dos dientes de abajo, se lastimó el tabique y tiene un hematoma en la frente. Un nene de diez años que un domingo sale a dar una vuelta para tomar aire y para pasear con su familia”, señaló. “No solamente es que se lastimó físicamente sino que la angustia y el miedo con el que quedó todavía nos cuesta poder bajarlos”.

Inmediatamente fueron a realizar los chequeos al hospital para evaluar el cuadro de las lesiones, y luego pudo comunicarse con los vecinos a través del grupo de WhatsApp. “Allí conté lo que había pasado y, sorprendentemente, recibí más de 25 mensajes contados, de que este mismo perro ha mordido a varios vecinos de la zona y genera disturbios en el barrio”.

“De la dueña, ya tenemos los datos y fuimos a la policía donde labramos el acta y la exposición”, indicó la vecina. “No pudimos hablar con la persona porque no salió de su domicilio. El perro es un ovejero alemán. Ya tenemos todos los datos correspondientes por eso vamos a iniciar la denuncia”. También indicó que, luego de la exposición policial, harán la denuncia en Zoonosis. "Además vamos a realizar una denuncia civil por daños y perjuicios, porque más allá de lo económico, me parece que tiene que doler un poco y tenemos que visibilizarlo".

“No sé qué se espera. Tanto desde afuera como siendo parte de la situación te das cuenta de la necesitar de fiscalizar esto. Es un perro que ya se sabe que está generando disturbios. Es un dueño irresponsable”, indicó. “Cuando uno tiene un animal y forma parte de la familia, es una responsabilidad y, si no podés cumplir, tenés que buscarle otro lugar. Tenemos que ser responsables de lo que puede generar”, expresó. “En un segundo te puede cambiar la vida. Tuvimos un Dios aparte”.

“No soy la única vecina a la que le pasa esto. Somos un montón. Tenemos que fiscalizar que las multas se cumplan, que los dueños y las dueñas sean responsables de tener un animal”. La cifra que destacó es alarmante: en 2019, había treinta mil perros sueltos con o sin dueños en las calles de la ciudad.

“No es el animal el culpable, ellos actúan desde su propio instinto”, resaltó. “Es la responsabilidad del ser humano y tenemos la posibilidad de cambiarlo. Ojalá lo podamos cambiar”.