Fernando Colangelo no tiene problema en mostrar los elementos con los que trabaja realizando los hisopados. A medida que se va preparando con todo el equipo; bata quirúrgica, doble barbijo, antiparras, cofias en cabeza y pies, y guantes descartables; comenta que en realidad se especializa en urología, y que trabaja tanto en el Hospital Zonal como en el Sanatorio San Carlos.

“Las consultas en las diferentes especialidades están más restringidas hoy en día. Además en estos lugares hace falta gente” indica a la espera de que el paciente se disponga a hacerse el hisopado. “No es mi ámbito pero estamos dando una mano”, dice.

Fernando ha estado desde el inicio de la pandemia realizando los diferentes testeos en San Carlos de Bariloche, ya sea en el Hospital Zonal como ahora en el gimnasio “Pedro Estremador” de Bomberos Voluntarios.

A pesar de estar desde el comienzo en la primera línea, Fernando no se ha contagiado de COVID-19, según cuenta. “Ni siquiera me aislé” agrega. Llama la atención sabiendo que han sido muchos los que forman parte del personal de salud, los que se han contagiado y más aun los que están en contacto directo con el virus, como aquellos encargados de hisopar a la gente.

A la hora de enumerar los recaudos no duda en subrayar que trata de no verse con mucha gente. “Me junto muy poco. Lamentablemente tenemos muy poca vida social” asegura.

Fernando vive junto a su esposa y sus dos hijas, y trata de cuidar a sus suegros que viven en la ciudad. “Nos vemos lo justo y necesario. Cuando estamos dentro de su casa siempre usamos barbijo” remarca.

En ese sentido indica que es muy importante el lavado de manos, mantener la distancia y el uso de tapabocas, y que “el virus que contagia es el que está en la gente” y no en los elementos o superficie, como se creía al principio.

Colangelo escucha los relatos de cómo se han contagiado los integrantes de este medio, algo que hasta aquí él no ha atravesado. Cuenta de gente conocida que ha estado en mal estado luego de contagiarse, incluso personas jóvenes.

Ya vacunado indica que está “más tranquilo” aunque considera que “la conducta debería ser la misma hasta que se logre el efecto rebaño”. Además asegura conocer gente que se contagió estando vacunada.

Por otro lado manifiesta que “lamentablemente las restricciones son necesarias” para bajar los contagios y “descomprimir” al sistema de salud. “Siempre estamos al límite” señala.

“Cada vez que hubo este tipo de medidas se vieron reflejadas en los números,  así como se ve lo opuesto por ejemplo en fechas que se mueve mucha gente, Pascuas, Día del Padre o de la Madre”, ejemplifica.

Por último, y a modo de reflexión, Fernando expresa que quizás “la gente no se cuida por cansancio, por descuidos, porque no creen, o sienten que no les va a pasar nada”.

En ese sentido considera que “si la gente entendiera y acatara las órdenes, sería más fácil”. Además cuenta que muchas veces se pregunta “¿qué les pasa por la cabeza?” cuando ve un grupo compartiendo bebidas, o en una juntada multitudinaria. “De todas maneras no soy quién para juzgar” finaliza.

Fernando continúa a la espera de pacientes para hisopar. En este caso a aquellos menores de 40 años y sin factores de riesgo preexistentes.

En cada testeo rápido que realiza, ya sabe si el paciente va a ser o no positivo, a medida que la muestra empieza a tomar color.  "Negativo" arroja el hisopado; el paciente suspira, como quien recibe una buena noticia, y se afloja. Fernando vuelve a su puesto sabiendo que el virus sigue sin entrar en su cuerpo, una vez más.