“En orden de gravedad, el mayor problema del río Limay es el de los pescadores furtivos”, afirmó el gerente de la Mesa Directiva Honoraria de Pesca Deportiva de Bariloche, Martín Freedman.

“Van de noche a pescar y matar para después vender el producto”, señaló.

Explicó que, así como aquellos que hacen caza furtiva de ciervos o de vacas, “están los que se llevan las truchas muertas para comercializarlas”.

“Por varios motivos, el Limay es el lugar número uno donde sucede eso”, expresó.

“Allí están las truchas más grandes”, manifestó, para luego añadir: “Además, en el río, como está muy bajo, acceden a determinados lugares donde se encuentran los peces, que se concentran para desovar”.

“Justamente, ahora se inicia la etapa del furtivismo, porque empieza a haber ejemplares muy grandes”, precisó.

Expuso que actúan sobre todo por la noche. “Es muy difícil detectarlos”, aseveró.

Asimismo, recalcó: “Portan cuchillos, porque limpian las truchas… Y algunos, incluso, están con armas de fuego… Se trata de gente peligrosa”.

Freedman contó que, días atrás, mantuvo una reunión con representantes de Parques Nacionales: “Les dijimos que, si lo necesitan, podemos darles una mano en reforzar el control; propusimos que los guardapescas de la provincia podrían brindar apoyo, tanto vehicular como de personal”, indicó.

“Nos agradecieron, pero nos dijeron que, por temas legales, en relación a que las fuerzas no pueden interferir sobre la jurisdicción del otro, eso resulta complicado”, comentó.

Igualmente, advirtió que desde Parques Nacionales admitieron “que no dan abasto”.

“Dijeron que tienen muchos temas sobre la mesa y tienen que dar prioridades… Hacen su mejor esfuerzo, pero… Nosotros pedimos que haya más guardaparques en la zona”, concluyó.