“Hay que comprender que una pandemia es un fenómeno eminentemente social, más allá de que se destape por un elemento biológico. Su desarrollo tiene que ver con los comportamientos sociales”, asegura en el inicio de la charla Daniel Feierstein, doctor en Ciencias Sociales e investigador de CONICET. Publicó el libro “Pandemia, un balance social y político de la crisis del Covid-19”.

Daniel observa que hay muchos problemas en la narración de la pandemia que dificultan actuar en el presente, con ideas como “vivimos la cuarentena más larga del mundo”, que “no sirvió para nada” y que “inevitablemente nos vamos a contagiar”. “Estos tres elementos juntos han llevado a no poder evaluar correctamente el éxito o el fracaso de las medidas que tomó el gobierno".

Sobre la relación de la sociedad con la autoridad en este particular contexto, señaló en el programa GPS de El Cordillerano Radio, que hay dos elementos que minaron su autoridad.

Uno de ellos se vincula a un desempeño cuestionable del gobierno. “Hubo una postura muy firme y acertada al comienzo de la pandemia, y luego pasó a una más errática, justo al revés de lo que podíamos esperar porque al principio fue todo incertidumbre”, señaló.

Y, por otro lado, observó que existe un boicot de ciertos sectores políticos que cuestionaron toda medida de cuidado. No es toda la oposición, aclaró, sino un sector radicalizado.

Otro aspecto interesante para indagar es la negación de una parte de la sociedad sobre la gravedad que reviste la pandemia. Es uno de los capítulos centrales del investigador. “Podemos encontrar distintas formas de negación en cualquier momento de crisis”, señaló y agregó que resulta difícil vivir bastante tiempo con terror a la muerte, “eso no se puede sostener”.

Por eso, sucede que sectores naturalizan esta realidad, la niegan o creen que nada les va a ocurrir. Y recordó que las organizaciones de resistencia judía durante el nazismo entendieron que la negación era el principal enemigo político. La tarea principal de la población judía, entonces, era derrotar la negación, que se entendiera que el objetivo del nazismo era el aniquilamiento.

“No había posibilidad de encarar esa situación si no se asumía la terrible realidad”, apuntó. Por eso, Feierstein considera que esta negación debería tener otro lugar en el trabajo político. Hay que enfrentarlo. “No podemos actuar en una pandemia con una actitud negacionista”, opinó y aclaró que es muy dañino que figuras políticas se refieran a la pandemia como si no existiera “y como si hubiera una voluntad de alguien de molestarlos, de alterar la vida cotidiana”.

Mucha gente se ve cautivada con ese discurso -añadió Daniel- y eso permite que no se hagan cargo de confrontar con su realidad. “La exposición casi inconsciente a creer que podemos seguir viviendo como si esto no existiera, tiene un costo altísimo”, dijo. Por eso, entiende que la negación es algo natural, “el problema es qué hacemos con eso”.

Finalmente se refirió al periodismo. Dijo que muchos periodistas no entendieron la responsabilidad enorme que tienen al dirigirse a la población. “No hicieron un trabajo crítico, entonces irradiaron angustia y la ansiedad a la población”, apuntó y agregó que deben poder manejar esas emociones porque, de lo contrario, juegan un rol muy negativo.