Por Jorge Raúl Entraigas

En la segunda mitad del siglo pasado, en coincidencia con un rápido proceso de urbanización a nivel mundial, entre pequeñas  comunidades rionegrinas fruto de los movimientos migratorios nacionales y del exterior, surgió el interés por conocer sus  raíces históricas. En aquella época, desde el estado hubo una política para satisfacer estas inquietudes a través de Jornadas y Congresos de Historia, y posteriormente con la creación de  instituciones específicas como fue la Junta de Estudios Históricos de Rio Negro y  el Archivo Histórico Provincial encargados de resolver esta problemática. 

Satisfacer la curiosidad histórica de varios pueblos como era determinar la fecha de fundación constituía una tarea complicada debido a que pocas veces había documentación relevante al respecto puesto que muchos pueblos surgieron espontáneamente alrededor de los almacenes,  boliches, estaciones ferroviarias, escuelas o grandes casas de ramos generales. A partir de alguna de las actividades o instituciones nombradas   se  expandía el núcleo poblacional y el desarrollo económico. Varios  años después el estado  dictaba el instrumento jurídico fijando nombre y límites de esta nueva aglomeración surgida casi siempre sin planificación alguna.

Por este motivo y a fin de unificar criterios  sobre las fechas de fundación de los pueblos, en el Primer Congreso de Historia Rionegrina (Bariloche 1968) se sugirió el siguiente criterio: “Para establecer la fecha de fundación de un pueblo debe existir un instrumento legal  (decreto, ley) emitido  por autoridad competente”.

En el caso de San Carlos de Bariloche, surgido de la actividad comercial con el vecino país, con una fuerte inmigración de origen alemán junto a pobladores criollos e indígenas, al plantearse su origen  había por lo menos tres fechas para tener en cuenta. Una de ellas fue febrero de 1895, otros decían enero de 1900  y algunos se remitían al año 1891.

En los debates entre historiadores y estudiosos de la historia rionegrina predominó  la moción del Pbro. Raúl Entraigas basada en lo establecido en el Primer Congreso mencionado. Por consiguiente  se adoptó  como fecha de fundación de Bariloche,  el día 3 de mayo de 1902,  fecha en la cual  el Poder Ejecutivo Nacional  dictó el decreto disponiendo la formación del pueblo. Un mes antes, el 9 de abril,  se había dispuesto la creación de la Colonia  del Nahuel Huapí; posteriormente,  en 1903,  el Ing. Lucero hizo un relevamiento de las poblaciones existentes y aconsejó que la colonia fuese Agrícola y pastoril.

 A partir de entonces en Bariloche hubo un importante crecimiento económico y demográfico, con un legado cultural que por lo general aglutinaba a la comunidad dotándola de profundidad histórica.

 Bibliografía: AAVV Río Negro pasado y presente  (artículo de Jorge Raúl Entraigas)